Se ha decretado su prisión preventiva, pero está aforada y no entrará en la cárcel.
El juez Claudio Bonadio ha dictado procesamiento y decretado prisión preventiva contra Cristina Fernández de Kirchner, ex presidente de Argentina, en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, sobornos. Kirchner es acusada de encabezar una asociación ilícita paraestatal qué blanqueada decenas de millones de dólares por el cobro de comisiones ilegales a empresarios en contratos de obra pública durante su mandato y el de su marido.
Por el momento la ex presidente no entrara en prisión debido a su condición de senadora. El magistrado dejó pendiente pedir la petición de desaforamiento al Senado hasta que la Cámara Federal confirme su resolución. Con todo, no es probable que el Senado lo apruebe. La coalición conservadora Cambiemos no tiene mayoría y el peronismo modelado, que no es kirchnerista, ya ha sugerido que no aprobará dicha medida. De hecho, Miguel Ángel Pichetto, líder de este sector, no es partidario de desaforar a ningún senador hasta que haya una condena firme.
El juez Bonadio también han dictado procesamiento para Julio de Vido, ex ministro de Planificación durante la época de Kirchner, Roberto Baratta, segundo de este ministerio, y varios ex funcionarios y empresarios de obra pública.
Óscar Centeno, ex chófer de Baratta, anotó en un cuaderno durante años los trayectos realizados con su ex jefe. Según Centeno, se recogían en sedes empresariales bolsos repletos de dólares y se llevaban al domicilio porteño de Néstor y Cristina Kirchner, la residencia presidencial de Olivos y la Casa Rosada. En agosto estalló el escándalo al divulgarse dichos cuadernos.
La resolución del juez se basa en las declaraciones de más de una docena de empresarios que confesaron haber pagado coimas durante el periodo kirchnerista, entre 2003 y 2015. así, lo más granado del empresariado argentino fue participe de una estrategia de reparto de licencias y el saqueo de las arcas públicas, con incrementos injustificados de las facturas y sobornos a funcionarios. El primer arrepentido fue Carlos Wagner, ex presidente de la Cámara de la Construcción, que detalló ante el magistrado el esquema de los sobornos. Otros de los empresarios que confesaron son Aldo Roggio y Enrique Pescarmona.
El juez Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli fueron recopilando las confesiones durante más de un mes. Entre ellas, la del operador financiero Ernesto Clarens y la de José López, es responsable de las licitaciones de obra publica durante los gobiernos kirchneristas. Este último había sido detenido hace dos años cuando trataba de esconder nueve millones de dólares en un convento de los alrededores de Buenos Aires con la ayuda de varias monjas. En su declaración dijo que el dinero pertenecía a Cristina Fernández de Kirchner.
Sobre la ex mandataria pesan otras cinco causas. Su primer juicio oral tendrá lugar en febrero de 2019. En octubre de ese año se celebran elecciones presidenciales y, aunque la ex presidente no ha anunciado públicamente si se presentará o no, las encuestas le dan cerca de un 30% de intención de voto, todo ello a pesar de las acusaciones de corrupción.