La expansión del coronavirus amenaza con llevar a la suspensión de todo tipo de competiciones y de toda categoría. En España no se suspenden de momento, pero sí están afectadas algunas.
Para empezar, el partido de ida de octavos de final de la Europa League que enfrentará al Sevilla y la Roma se jugará en el Sánchez-Pizjuán a puerta cerrada. El de vuelta en el Olímpico de Roma, igual. Lo confirmó Salvador Illa, ministro de Sanidad, en su comparecencia en la tarde de ayer.
Sonia Pérez, consejera de Turismo, Comercio y Consumo del Gobierno vasco, en declaraciones a Radio Euskadi dejaba abierta la opción de jugar la final de la Copa del Rey sin público. “Todo es posible porque todo va muy rápido y es cambiante”.
Imanol Alguacil, entrenador de la Real Sociedad, finalista junto al Athletic Club, apuntó a que, si la final resulta afectada, es “seguro” que se aplazará. “No soy nadie para decidir pero estoy seguro que los que tienen que decidir la aplazarían. Esperemos que para entonces ya haya una solución”, dijo.
No hay decisión alguna respecto a las competiciones caseras, pero no es descartable que los partidos se jueguen a puerta cerrada. Seguiría la línea que parece adoptar la UEFA tanto en Champions League como en Europa League.
Champions League y Europa League, las competiciones más afectadas
PSG-Borussia Dortmund, vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones, y Olympiacos-Wolverhampton Wanderers, ida de los octavos de final de la Liga Europa, así lo harán. En cambio, aún no se sabe qué sucederá con el Barça-Nápoles. La Generalitat catalana no quiere público en el partido.
“Es una hipótesis, no hay ninguna decisión tomada, hay que hablarlo con el Barça, tendremos una reunión este lunes o el martes. Se debe analizar caso a caso y semana por semana”, confirmó Gerard Figueras, secretario general de Deporte de la Generalitat, a Catalunya Radio.
Es “poco probable” que competiciones deportivas se vean afectadas por el coronavirus en Reino Unido, señaló a la BBC Oliver Dowden, secretario de Cultura británico. De ser así, el Liverpool-Atlético de Madrid no correría peligro.
Tampoco el Leipzig-Tottenham, que se disputará normalmente, con público, aunque el Gobierno alemán haya recomendado suspender los actos públicos con más de 1.000 asistentes.
El que sí se jugará a puerta cerrada es el Valencia-Atalanta. Tampoco habrá ruedas de prensa previas ni posteriores. Cabe recordar que gran parte de los primeros casos importados en la Comunidad Valenciana fueron aficionados que presenciaron el encuentro de ida en Bérgamo.
No se jugará, en cambio, el Basilea-Eintracht de Europa League por orden de las autoridades suizas.