El coronavirus continúa provocando muertes, y se extiende por China, ha trasladado la Comisión Nacional de Salud del país. El número de fallecidos se eleva a 81 personas y los ciudadanos infectados son ya 2.827. Además de ello, 461 pacientes están en estado crítico. Prueba de que se extiende por China es que la provincia de Hube, situada en el centro del gigante asiático, ha sido el escenario donde han tenido lugar los 24 nuevos fallecimientos.
Ma Xiaowei, ministro de Sanidad chino, realizó la pasada semana un balance de víctimas en el que las cifras se situaban en 56. Informó, a su vez, de que, por parte de las autoridades, la comprensión del virus era “limitada”. No tienen posibilidad de saber el alcance ni los riesgos derivados de la mutación: “El brote seguirá activo durante un cierto tiempo”, indicó.
Después de conocerse que el virus tiene un periodo de incubación de 14 días, saltaron todas las alarmas el pasado domingo. Hay que añadir a esto, que se puede contagiar antes de que se tengan síntomas de padecerlo.
Esto lo diferencia absolutamente del virus del SARS o síndrome respiratorio agudo y grave surgido en China en 2002. Fallecieron más de 700 personas en todo el mundo, sumando una tasa de mortalidad después del contagio del 13%-19%. El SARS era más fácil de localizar gracias a que los síntomas eran más visibles.
Las autoridades de China consideran que unas 5.794 serían portadoras del virus, el cual fue identificado el pasado mes de diciembre.
El virus se ha ido extendiendo por el resto del mundo. En Francia se confirmaron el viernes los tres primeros casos. Por otra parte, EEUU también confirmó que hay un segundo paciente en el país. Además, existen casos en Japón, Hong Kong, Macao, Taiwán, Tailandia y Malasia, entre otros.