El coronavirus es mucho más peligroso que la gripe

El coronavirus es mucho más peligroso que la gripe

La gripe es menos peligrosa que el Covid-19, según explicaban en un artículo publicado en El País. Tomando datos de la gripe común y el virus N1H1 -la gripe porcina-, hacen una comparativa con el coronavirus que afecta a más 80.000 personas.

Es más, tratan de dar la vuelta al argumento esgrimido por las autoridades sanitarias de que la gripe común es más peligrosa que el Covid-19. Lo hacen señalando que si la gripe es un problema de salud, es motivo suficiente de preocupación.

Según los firmantes, el Covid-19 es una enfermedad más contagiosa y letal que la gripe. Para ello, se basan en que la gripe común tiene un 1,3 de número reproductivo. Esto es que cada infectado contagia a 1,3 personas de promedio.

Este índice, dicen, es el utilizado para medir el potencial de una epidemia. Si el número reproductivo es mayor que 1, la enfermedad tiende a extenderse. Explican que eso fue lo sucedido con el virus N1H1, con un número reproductivo de 1,5. No pudo contenerse. Hoy día es uno de los virus causantes de la gripe común.

Por el momento, las investigaciones del coronavirus arrojan que su número reproductivo es de entre 2 y 3. Si estos datos se confirman y no se toman las medidas oportunas, el Covid-19 podría infectar a más personas que la gripe.

Asimismo, comparando el virus N1H1 con el coronavirus causante del SARS de 2003, los contagios de aquel crecieron a más velocidad que los del virus de la gripe porcina en los primeros 30 días. De ahí, dicen, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya hable de posible pandemia.

La gripe es epidemia y pandemia, igual que el coronavirus

Cabe recordar que pandemia se refiere a la extensión geográfica de una enfermedad, no al número de infectados. Para referirnos al número de individuos contagiados, si éste es superior al esperado, el término correcto es epidemia, con independencia de su localización o extensión geográfica.

En cualquiera de los casos, si nos atenemos exclusivamente a las definiciones, podemos decir que estamos ante una epidemia y una pandemia. Esto es porque el número de contagios es superior al esperado y masivo –aunque nunca se ha llegado a hablar de expectativas-. Y es pandemia porque se ha extendido a numerosos países, aunque todavía no sea pandemia mundial (todos los países del mundo afectados).

Volviendo al asunto, el coronavirus podría llegar a infectar a millones de personas. De eso no hay duda. La gripe común (número reproductivo de 1,3) provocó en 2019 entre 20 y 30 millones de enfermos en Estados Unidos, indican los firmantes. Esto es el 7% de su población.

En nuestro país, solo teniendo en cuenta los casos de atención primaria, el sistema de vigilancia de esta enfermedad, calculó medio millón de contagios. De acuerdo con los datos que aportan, partiendo de 20 enfermos y con un ciclo de contagio de una semana, después de 12 los infectados sería de 466 de gripe y de 30.000 de Covid-19.

Explican que el coronavirus también parece más letal. En Wuhan ha muerto el 2% de los pacientes detectados. Fuera de esta ciudad, alrededor del 0,7%. Son datos de la OMS. De confirmarse, los porcentajes son de entre tres y veinte veces superiores a las de la gripe común, que es del 0,13%, y el virus N1H1 (0,2%).

Hay muchas personas infectadas que no acuden a su médico

Destacan los firmantes que estas cifras y tasa podrían reducirse debido a que podría haber muchos enfermos no detectados y personas con síntomas leves que no van al médico. En consecuencia, la mortalidad se reduciría al no poder establecer conexión directa con el coronavirus. Ya sucedió con el N1H1.

El escenario en Corea del Sur apuntaría a esto. Allí se monitorizan los casos con gran detalle y actualmente la mortalidad es del 0,6% (26 muertes de 4.335 contagios después de decenas de miles de testeos).

La cifra es baja, pero los firmantes explican que, aunque la mortalidad del coronavirus fuera un tercio de lo que señalan los datos, sería más mortal que la gripe.

Se apoyan en las explicaciones de Christopher Fraser, epidemiólogo de la Universidad de Oxford, quien dice que la tasa de casos no reportados podría rondar el 50%. En ese supuesto, “la tasa de mortalidad rondaría el 1%”.

El científico señala que “Aunque haya dos o tres casos leves por cada caso confirmado, la severidad seguiría siendo muy alta. Solo si existen 10 o 100 casos leves por cada uno detectado cambiaría esta situación desde el punto de vista de la salud pública, y esto es improbable”.

Por su lado, Adolfo García-Sastre, experto en virus de ARN del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, cree que “existen de cinco a diez veces más infectados que lo que se está contabilizando actualmente, lo cual reduce mucho su letalidad”.

“Al contrario que la gripe estacional, donde hay un número de personas que no son infectables porque tiene inmunidad, nadie la tiene contra este virus”, explica García-Sastre. “Va a infectar mucha más gente que la gripe estacional, lo cual hace que incluso si tiene la misma letalidad que la gripe, los casos absolutos serán mucho mayores”, añade.

El coronavirus no será tan grave como el H2N2 (gripe asiática)

“Eso va a suponer un reto al sistema hospitalario. Yo creo que este coronavirus no va a llegar a ser como el virus de la gripe de 1918, pero sí como el virus pandémico H2N2 del 1957”, concluye.

Esto mueve a la reflexión. En 2016, un estudio estimó en 2,7 millones de muertes si surgiese un virus como el H2N2 en 2005. A la gripe porcina de 2009 se le achacan 0,4 millones de fallecimientos. La gripe de 1918 causó más de 60 millones de muertos.

El coronavirus parece que ha llegado para quedarse. A pesar de ello, es muy posible que el número de infecciones sea sensiblemente menor cuando suban las temperaturas. Isabel Solà, experta en virus de ARN del Centro Nacional de Biotecnología, indica que “como el virus de la gripe, los coronavirus son virus con envuelta, lo que les hace sensibles a condiciones ambientales como las temperaturas altas, la desecación y la luz del sol”.

“Cuando llegue el calor lo previsible es que los virus que salgan en las secreciones de una persona y caigan en superficies externas se inactiven antes, lo que reduciría la transmisión”, precisa.

Como continuación, Oriol Mitjà, médico especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, explica que “el coronavirus se quedará como un virus estacional, de manera que en verano habrá una transmisión muy reducida. El contagio es a través de gotas respiratorias que caen en el ambiente. El virus sobrevive 28 días en la gota si la temperatura es inferior a 10 grados, pero solo aguanta un día cuando hay más de 30 grados”.

Con todo y con eso, no hay que bajar la guardia. “En el momento en que las temperaturas bajen de nuevo el virus volverá. Por ello es importante desarrollar vacunas y tratamientos que podremos usar en años venideros”, subraya.

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