Unas elecciones anticipadas, en su opinión, es la mejor opción.
Jeremy Corbyn, líder del partido Laborista, ha manifestado su preocupación por el “salto al vacío” al que quiere llevar Theresa May, primera ministra británica, al país. Para dar comienzo a una posible negociación exige que el Ejecutivo deje a un lado la disposición de abandonar la UE sin haber cerrado ningún acuerdo, cuando llegue la fecha fijada de 29 marzo.
“Para conseguir un acuerdo que pueda aglutinar una mayoría en el Parlamento, Theresa May tiene que aparcar sus líneas rojas y tomarse en serio propuestas para el futuro”, ha pedido Corbyn tras pasar veinticuatro horas del fracaso de la moción de censura que presentó en la Cámara de los Comunes.
El líder laborista tiene asumido que, “por ahora”, el Gobierno ha ganado a la oposición, aunque señala que el equipo de May “ya solo tiene de gobierno el nombre”. De este modo, ha asegurado que la mejor solución para el país pasa por un anticipo electoral y ha afirmado que su partido es el único capaz de acabar con la colaboración, tal como han recogido los medios británicos.
El 29 de marzo se cumple el plazo para llegar a un acuerdo y es la fecha en la que Reino Unido abandonará la Unión Europea. El único modo de evitar una ruptura a ciegas, según la premier, es aprobar el actual Tratado de Retirada. A pesar de ello, el lunes hará público su plan B después de la contundente derrota del texto en la Cámara de los Comunes.
El líder laborista ha indicado que en el caso de que se llegue a la fecha de vencimiento sin haber firmado ningún acuerdo, lo más coherente sería plantear la opción de solicitar un aplazamiento. Ya en diciembre, el Tribunal de Justicia de la UE autorizó esa posibilidad, considerando legal que Londres pueda paralizar el proceso de modo unilateral.
También ha manifestado que, en el caso de que se convoque un segundo referéndum, éste no debería ser una “reedición” del anterior. “Si tiene lugar un segundo referéndum, entonces obviamente el partido decidirá el papel que tendrá… pero no puedo aceptar la idea de que simplemente debería ser una reedición de lo que sucedió en 2016”, ha asegurado. “Tiene que haber una discusión sobre las opciones que se presentarían”, ha añadido.
Según ha apuntado un portavoz de Downing Street, no se baraja la idea de retrasar los plazos. “No es algo que hayamos planteado a la UE o que hayamos sugerido que queremos hacer”, ha manifestado.