Convocado el segundo paro de Renfe en este verano.

El próximo miércoles 14 agosto está convocada la segunda jornada de huelga de este verano por parte del sindicato CGT. Este paro coincide con la festividad del día 15, puente en que la mayor parte de las comunidades autónomas lo registran como festivo y, por lo tanto, se espera una mayor movilidad de viajeros.
Este es el segundo de los cuatro días de paro parciales que desde CGT se ha llamado a los empleados de Renfe, después del que tuvo lugar el pasado 31 de julio, y que conlleva una parada de 4 horas, de 12.00 a 16.00 horas y de 20.00 a 24.00 horas. Las restantes jornadas de paro están previstas para el 31 de agosto y el 1 de septiembre.
Por su parte, el Ministerio de Fomento indicó los servicios mínimos para los cuatro días de paro previstos por el sindicato, que se halla en minoría dentro del comité de empresa de Renfe. En relación al servicio de Cercanías existente en una docena de ciudades, como Madrid y Barcelona, los servicios mínimos suponen el 50%, mientras se eleva hasta el 75% si coinciden con franjas de ‘hora punta’.
En lo que concierne a los trenes de Mercancías, el 34% de los habituales tienen garantizada su circulación. Respecto al AVE y Larga Distancia tienen garantizado el 78% de su circulación, mientras que los trenes de Media Distancia tienen el 65%.
El Ministerio de Fomento, en su resolución, relaciona los porcentajes con la coincidencia de que los paros están convocados en días de «excepcional movimiento de viajeros». «Coinciden la movilidad propia de días laborales con la operación salida y retorno vacacional, y con el inicio del puente del 15 de agosto, afectando, por tanto, a todos los tipos de trenes», se traslada en la resolución.
«De no determinarse servicios mínimos, el ejercicio del derecho a la huelga originaría un daño superior e innecesario para los ciudadanos», subraya el Ministerio que, a su vez, avisa del colapso en las carreteras y del perjuicio que se provocaría a los viajeros que han reservado sus billetes con antelación.
Por su parte, en el marco de los paros del 31 de julio, la CGT consideró que los servicios mínimos eran “desmedidos» y que creaban un «enorme desequilibrio entre el derecho fundamental de huelga y el derecho a la movilidad».
El objetivo de los paros para el sindicato es el aumento de la plantilla de Renfe.

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