Graves disturbios entre manifestantes y policía por la aprobación de la reforma en el Congreso argentino.
Tras más de 17 horas de debate y dos votaciones, Mauricio Macri, presidente de Argentina, ha conseguido sacar adelante la polémica reforma de las pensiones, más aún después de que el jueves pasado tuviera que suspenderse la sesión por los graves disturbios en la calle. En esta ocasión los disturbios se produjeron a las puertas del Congreso y después por todo el centro y la sesión transcurrió durante toda la madrugada a pesar de las caceroladas y una protesta masiva con fuerte violencia, algo que no se vivía desde 2001, cuando la crisis del corralito acabó con la vida de 38 personas y el presidente, Fernando de la Rúa, abandonando la Casa Rosada en helicóptero después de dimitir. A pesar de ello, Macri consiguió sacar adelante su reforma aunque para ello tuviera que contar con el apoyo de algunos peronistas.
En la rueda de prensa de ayer, después de reunirse con sus ministros para analizar la jornada de violencia, declaró que “toda esa violencia estuvo claramente orquestada”. “Me sorprende no haber escuchado mayor condena por parte de líderes de la oposición a que se agrega de semejante manera a nuestros policías, que son argentinos y tienen sus familias”.
162 heridos, entre ellos 88 policías
Durante la sesión los manifestantes se acercaron a la puerta del Congreso y estuvieron a punto de entrar pero la policía local recibió los refuerzos de la Nacional y hubo una durísima represión hasta recuperar el control de la plaza. Los disturbios dejaron 162 heridos, 88 de ellos, policías que fueron atacados durante horas por una lluvia de piedras de todas las cadenas retransmitieron en directo.
La reforma de las pensiones está justificada por Macri en el hecho de que el Gobierno pueda ahorrar con ella unos 2.850 millones de euros, cambiando la fórmula para actualizar las jubilaciones, haciendo perder poder adquisitivo a los jubilados en una Argentina con un 25% de inflación.
Una paga extraordinaria para suavizar la pérdida de poder adquisitivo
En la ocasión anterior, la semana pasada, hubo de levantarse la sesión también por los disturbios, pero en esta se buscaron más apoyos de los parlamentarios y se adquirió el compromiso de pagar a los jubilados una paga extra para suavizar la pérdida de poder adquisitivo. Pese a ello, los disturbios siguieron creciendo. Algunos periodistas fueron agredidos con extrema violencia e, incluso, hubo algunos intentos de linchamiento. Pero la orden dada a la policía era que aguantarán todo lo posible para evitar las imágenes vividas el pasado jueves. A las manifestaciones se le sumó la huelga general de la Confederación General del trabajo, el sindicato peronista más poderoso, con lo que se puso fin a la tregua mantenida hasta ahora con el Gobierno. La huelga comenzó el lunes y continuó ayer martes, salvo en el transporte, una estrategia para facilitar la movilización.