Desde hace días se temía que el cono del volcán de Cumbre Vieja se derrumbara parcial o totalmente. En la madrugada de este sábado la cara norte del cono cayó y en la tarde volvió a derrumbarse parcialmente.
La primera consecuencia es que se han formado coladas en varias direcciones. Según el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), estas coladas están generando nuevos daños a su paso. Además, dificultan el movimiento de los equipos científicos en la zona.
Por otro lado, la erupción mantiene el mismo comportamiento que en las jornadas previas. Su explosividad volcánica sigue en nivel 2 de una escala hasta 8.
A su vez, la expulsión de lava se concentra en los centros del cráter principal. Por eso no se espera que se abra otro centro de emisión fuera de esta área, según Involcan.
Asimismo, la lava ha cubierto ya un total de de 480,5 hectáreas, afectando o destruyendo por ahora 1.149 edificaciones e infraestructuras. Así se desprende de los datos del satélite del programa Copernicus de la Unión Europea.
Entretanto, la nube de ceniza provocada por el volcán se dirige hacia el sur, según el Volcanic Ash Advisory Centres (VAAC) de Toulouse. El volcán cumple hoy tres semanas desde que entró en erupción.
En ese sentido, los controladores aéreos explican que el cambio de orientación ha dejado libre la zona de Tenerife. Sus dos aeropuertos, Tenerife Norte y Tenerife Sur, funcionan con normalidad. No sucede igual en La Palma, donde el aeródromo sigue sin operar, si bien esta mañana se evalúa la situación.
Respecto a los terremotos, el Instituto Geográfico Nacional registro la noche del sábado unos 40 sismos en la isla. Todos ellos entre las 23:36 y las 6:49 horas.
El temblor más fuerte se registró al suroeste de la Villa de Mazo, con magnitud 4,1. Así, el enjambre sísmico se mantiene activo en los términos municipales de Mazo y Fuencaliente, con unas profundidades de entre 11 y 15 kilómetros.