“Somos un partido unido y fuerte. Un partido útil para la sociedad, al servicio de España”, ha resumido Pedro Sánchez en la clausura del 40º Congreso del PSOE.
En su intervención, el reelegido secretario general de los socialistas ha destacado que el PSOE es un “partido que se responsabiliza de España. Nuestro destino está ligado al destino de España”.
En las “últimas cinco décadas de la historia de España, hemos venido encarnando la continuidad y la renovación del proyecto que pusieron en marcha hace 142 años Pablo Iglesias y sus compañeros”, señaló.
Así, dejó claro su “norte” para la etapa que se abre, para “preservar el papel de la socialdemocracia española”. A su vez, apuntó, “un partido socialista fuerte es imprescindible para la prosperidad de España, para nuestro futuro como país”.
PSOE equivale a crecimiento, cohesión social y convivencia
En ese sentido, remarcó, es necesario para impulsar “el crecimiento y el empleo, fortalecer la cohesión social y facilitar la convivencia”. Insistió en que los avances en España llevan sello socialista.
Primero, con Felipe González. Luego con José Luis Rodríguez Zapatero. Ahora, con el Gobierno que él preside. Su objetivo, “continuar el trabajo realizado y abrir nuevos caminos que avancen en la misma dirección de igualdad y justicia social”. En ese punto aseguró que la historia del PSOE “está ligada a la modernización” del país.
Según resumió en la clausura del Congreso del PSOE, “hemos estado en todos los acuerdos que han hecho posible el crecimiento de nuestro bienestar y de nuestra libertad. Hemos trabajado para la concordia y la convivencia, y esa sigue siendo nuestra principal tarea política”.
Fue ahí cuando proclamó que “somos un partido unido y fuerte. Más fuerte porque está más unido. Un partido útil para la sociedad, un partido al servicio de España”.
Un Congreso del PSOE de continuidad
Así, hizo una parada para reflexionar acerca de la historia de los socialistas en Europa. “Mantenemos la identidad, los valores y el nombre. Seguimos llamándonos igual que entonces: en el sur de Europa, socialistas, en el centro y el norte, socialdemócratas, y en el mundo anglosajón, laboristas”, detalló.
En esa línea, continuó diciendo que “seguimos defendiendo los mismos valores de igualdad y libertad que hace un siglo. Otros han cambiado de identidad, y presentan sus viejos proyectos con otro nombre, pero esos proyectos son los mismos que no funcionaron en el pasado y no funcionarán en el futuro”.
A renglón seguido desgranó los conceptos para defender la socialdemocracia como la mejor opción para acabar con la pandemia. Así, habló de bienestar, concordia, solidaridad, comunidad o “el valor de lo público”.
A ese respecto puso en valor que “la socialdemocracia está fuerte y reivindica su vigor y su vigencia. Nuestros valores son los valores de la sociedad europea.
“Las instituciones y las políticas de protección social puestas en marcha por la socialdemocracia siguen siendo las que garantizan la seguridad y la dignidad de las personas frente a las adversidades de la vida”, explicó.
“Pertenecemos a la mejor y más noble tradición política que existe en el mundo: la socialdemocracia. Somos demócratas y reformistas. Y hoy el proyecto socialdemócrata está fuerte en el mundo”, reivindicó.
Mensajes a radicales y a Cataluña
Asimismo, lanzó mensajes a los partidos radicales, al PP, a las formaciones que insultan cuando no tienen ideas ni proyectos. “Frente al ideal socialdemócrata no hay ninguna idea fuerte. Cuando faltan ideas poderosas, se sustituyen por los insultos y descalificaciones, por la violencia verbal o de la otra”, enfatizó.
Sánchez también tuvo palabras para Cataluña. “Cuando otros se hayan cansado de odiar, seguiremos trabajando por la convivencia entre catalanes y entre Cataluña y España entera”. Una referencia a recuperar “el diálogo y la convivencia absurdamente rotos en Cataluña”.
El 40º Congreso del PSOE se cierra con una clara sensación e imagen de unidad, con la presencia de destacados dirigentes y ex dirigentes. Incluso con la presencia de adversarios que acudieron como militantes, como fue el caso de Susana Díaz.
Se entierran, así, cinco años de división interna y con evidentes reivindicaciones de ser un partido verde, ecologista y feminista.