Condenan a hacer cursos de derechos humanos al hombre que agredió a una mujer en Barcelona

Condenan a hacer cursos de derechos humanos al hombre que agredió a una mujer en Barcelona

Su compañero, también condenado. Ambos indemnizarán a la mujer con 48.000 euros.
El joven que dio una patada a una mujer en la avenida Diagonal de Barcelona en 2015 y el compañero que lo grabó han sido condenados por el Juzgado Penal 25 de Barcelona a un año y medio y a un año de cárcel, respectivamente. El tribunal suspende el cumplimiento de prisión a condición de que nos reincidan y que hagan dos cursos de derechos humanos, en concreto o uno de diversidad por razón de género y otro de prevención de comportamientos violentos, por la “naturaleza violenta y el componente humillante y vejatorio” de su actuación, según el fiscal. Además no podrán acercarse a la víctima a menos de un kilómetro ni comunicarse con ella, ni por teléfono ni por redes sociales.
Los acusados se declararon culpables durante la vista y aceptaron la condena de prisión así como indemnizar a la víctima con 48.000 euros, 40.000 por daños morales y 8.000 por lesiones, cantidad de consignada en el juzgado, donde ingresaron 60.000 euros. Ambos, de son condenados como coautores de delitos contra la integridad moral y lesiones, con agravante de alevosía y discriminación por sexo, aunque se ha considerado atenuante la reparación del daño. El juez ha ordenado la retirada del vídeo de internet y las redes sociales, una grabación que ya tienen más de 678.000 visualizaciones en YouTube. La sentencia es firme.

Las acusaciones valoran la sentencia
Laia Serra, abogada de la acusación popular ejercida por Dones Juristes, declaró a los medios que están satisfechas por la sentencia al tratarse de un caso “estratégico”, condenando no sólo por las lesiones, sino por las vejaciones con agravante de alevosía y por la discriminación por razón de sexo, reconociéndose, así, las violencias hacia la mujer como un componente discriminatorio, “sobre todo, violencias cometidas en el espacio público que tienen un efecto de alejar y generar inseguridad a todas las mujeres en la vida cotidiana en las calles”.
Por su lado, María Teresa Villanueva, abogada de la acusación particular, puso en valor que “se condene una actitud totalmente humillante y vejatoria”, haciendo hincapié, la sentencia, en que sufrió esta actuación por el hecho ser mujer. Aunque no han visto a la víctima, los acusados le han hecho llegar la petición de perdón.

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