Este lunes han tomado posesión de sus cargos los cuatro candidatos para renovar parcialmente el Tribunal Constitucional (TC), pendiente desde el pasado 12 de junio.
Juan Carlos Campo, Laura Díez –aspirantes propuestos por el Gobierno–, María Luisa Segoviano y César Tolosa, los del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), juraron sus cargos el 31 de diciembre.
De este modo, ya se han renovado los órganos constitucionales, quedando sólo pendiente renovar el propio CGPJ, caducado hace más de cuatro años.
En un acto solemne, Pedro González-Trevijano, presidente saliente, impuso a los cuatro nuevos miembros del Tribunal Constitucional la medalla de magistrado de la Corte de garantías.
La toma de posesión era el último paso para completar la decimocuarta renovación parcial del TC.
Así, se produce un cambio importante en el equilibrio de fuerzas en el seno del Constitucional. Se pasa de la mayoría conservadora de hasta ahora de 6 a 5, a una progresista de 7 a 4.
No obstante, queda por cubrir la plaza vacante que dejó Alfredo Montoya, quien renunció en verano por motivos de salud.
Puesto que el Senado nombró a este magistrado, debe ser la Cámara Alta la que nombre a su sustituto. El proceso que ya se ha puesto en marcha.
Asimismo, puesto que González-Trevijano sale de la Corte de garantías, los ahora once miembros del TC deben elegir un nuevo presidente o presidenta.
De forma interina, asume el cargo el magistrado de mayor antigüedad, Ricardo Enríquez, quien convocará un Pleno para la elección. En él se votará tanto la presidencia como la vicepresidencia.
Por ahora, sólo han trascendido dos nombres, ambos del sector progresista: Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer.
Se prevé que esta votación se lleva a cabo este mismo martes, pero hasta que la toma de posesión se consumara no se lanzarían candidatos.
En todo caso, los cuatro recién llegados a la Corte de garantías serán “determinantes”, según destacan fuentes del propio Constitucional.