Comienza el Congreso de un PP más dividido que nunca

Comienza el Congreso de un PP más dividido que nunca

Último asalto de las primarias.
Ayer dio comienzo el Congreso Extraordinario del PP con un partido completamente dividido entre las dos opciones finales, que surgieron tras las votaciones del 5 de julio, para presidir la formación conservadora. En realidad se trata de un cinco contra uno, puesto que Pablo Casado, que quedó segundo después de Soraya Sáenz de Santamaría, ha conseguido concentrar en el los apoyos de los precandidatos que no pasaron el primer corte y que sean coaligado contra la ex vicepresidente.
Tal es así, que hace dos días la candidatura del vicesecretario de Comunicación popular se reunió en un conocido restaurante vasco en Madrid junto a los ex ministros y ex ministras José Manuel García-Margallo, José Manuel Soria, Rafael Catalá, María Dolores de Cospedal, Isabel García Tejerina, Juan Ignacio Zoido y Dolors Montserrat. Durante el postre firmado un manifiesto apoyando a Casado.
Mientras, en paralelo, Sáenz de Santamaría se reunía con parte de su equipo en la sede del partido en Madrid y comía pizza junto a los ex ministros Íñigo de la Serna, Alfonso Alonso, Fátima Báñez, José Luis Ayllón y Javier Arenas, entre otros.

Dos modos de entender el PP
Por tanto, dos facciones claramente diferenciadas, porque no sólo hay dos candidatos, sino que hay dos modos bien distintos de entender el partido y su ideología y hoy se decide todo, lo que es más, el rumbo que tomará el PP: una línea continuista, que encarna la ex vicepresidente, o un escoramiento a la derecha, que es lo que representa Casado.
Mientras que Santamaría quiere llevar al partido hacia el centro porque “las elecciones se ganan ocupando el centro. Nuestro partido no puede irse a una esquina”, dijo, el vicesecretario quiere ocupar todo el espectro político a la derecha del PSOE, fagocitando a Ciudadanos: “Hablar de principios no es montar una secta. Tenemos que ser todo a la derecha del PSOE”, algo que preocupa a algunos cargos, que no quieren “talibanes” en el partido, según ha manifestado alguno de ellos.

Se han aireado las guerras internas
Así las cosas, estás primeras primarias que ha vivido, y está viviendo, el PP ha sacado lo que más ha criticado de sus rivales políticos, que exhiban públicamente sus guerras internas. La bandera de la unidad que enarbolaban con orgullo pertenece a otra época. Se han echado en cara la edad, la gestión en el Gobierno, los padrinos políticos e incluso el género.
La ruptura es prácticamente total, pese a que ayer a la entrada ambos candidatos siguieran hablando de unidad e integración, que Santamaría quiere antes de las votaciones, y que el vicesecretario quiere a partir del lunes, porque va a ganar, asegura. Pero la estructura del partido está rota. Por ejemplo, en el País Vasco, Javier Maroto, ex alcalde de Vitoria, respalda a Casado, mientras que Alfonso Alonso, ex concejal de la capital alavesa y presidente regional de su partido, apoya a la ex vicepresidente. Mientras que José Ignacio Ceniceros, presidente de La Rioja, respalda al vicesecretario, Cuca Gamarra, alcaldesa de Logroño, lo hace a Santamaría. Y esto entre los que si han declarado su intención.
3.082 compromisarios deciden hoy quien sucederá a Mariano Rajoy. Y lo podrán hacer votando en cabinas y con sobres, quienes quieran, con el fin de evitar el “miedo escénico”, como lo calificó Luis de Grandes, presidente del comité organizador de este Congreso Extraordinario.

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