Hoy se constituye el Parlamento andaluz.
Parece que la estrategia de Ciudadanos para inclinar la balanza de la Mesa de la Cámara andaluza se acerca a la misma que tiene el PP: contar con Vox y Adelante Andalucía. Con ello conseguiría otro objetivo: tratar de salvar la imagen de liberal centrista que su líder, Albert Rivera, quiere transmitir a Europa. La cuestión es que el ultraderechista Francisco Serrano, igual que Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo, están dispuestos a prestar sus votos si uno deja fuera al otro.
En secreto, Juan Marín, candidato de la formación naranja, se reunió con Rodríguez y Maíllo este 25 de diciembre. Fueron sorprendidos y ese mismo salía a la luz una fotografía exclusiva en elindependiente.com en el bar de la estación de tren de Jerez de la Frontera, Cádiz. La reacción de Santiago Abascal, líder de Vox, no se hizo esperar y en su cuenta de Twitter publicó: “Ciudadanos rechaza sentarse con el partido de Ortega Lara, pero se sienta con los comunistas aliados de Otegi y de Torra. Así no se puede construir y no se va a construir una mayoría alternativa en Andalucía”.
Con todo, parece que ambas formaciones, Adelante Andalucía y Vox, negociarán con el partido naranja toda vez que ambos reclaman representación en la Mesa del Parlamento de Andalucía. A ello se une, que si PP y Ciudadanos quieren sacar adelante el acuerdo pactado con 90 medidas necesitan o convencer al PSOE o a la confluencia de Rodríguez para que faciliten una investidura de un presidente de la Junta, Juanma Moreno, y la de un presidente de la Cámara, en esto para los de Rivera.
Los populares, en cambio, prefieren apoyarse en Abascal, algo a lo que, en principio, se oponen los naranjas. A su vez, que sea el PSOE andaluz quien se abstenga tiene el rechazo absoluto del PP-A, porque, dicen, los socialistas no pueden ser “protagonista” del cambio porque es “a quien se quiere cambiar”. Tampoco contaría con el apoyo de Vox.