El pasado viernes dimitió como presidenta del PP madrileño.
En una carta dirigida a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, Cristina Cifuentes, ex presidenta de la Comunidad de Madrid, anunciaba formalmente su “renuncia irrevocable a la presidencia del Partido Popular de Madrid, rogándote des traslado de la misma a nuestro Presidente Nacional, Mariano Rajoy”, cumpliendo, así, con el acuerdo que alcanzó con la dirección del partido a fin de abrir una etapa nueva en la organización territorial, dando paso a la intervención desde Génova. Cospedal ya se había referido a esta posibilidad en una declaraciones a la cadena COPE, mostrando la “disponibilidad absoluta” de la ex presidenta madrileña para dejar su cargo al frente de los populares en Madrid. “Ella ha trasladado a todos los diputados del PP de Madrid en la asamblea que muchas gracias por el apoyo de ellos estos años, que por ahora sigue siendo la presidenta del PP de Madrid y que estará a disposición de lo que digan el PP de Madrid y el presidente nacional y la Dirección Nacional del partido. Eso lo dice ella directamente”. Horas después recibía la carta de Cifuentes en la que expresaba lo doloroso de su decisión “porque llevo militando en este partido mucho más de la mitad de mi vida, dando siempre lo mejor de mí y luchando por principios y valores que creo que son buenos para Madrid y, sobre todo, para España”.
Sin embargo, la ex presidenta no abandonará su escaño en la Asamblea madrileña. Para ello, cuenta con el beneplácito de la dirección nacional. De este modo, se asegura mantener su aforamiento y no se arriesga a ser investigada por la Audiencia Nacional, ni por ningún otro tribunal, por la trama Púnica o el caso de la adjudicación de las cafeterías de la sede del Gobierno de la Comunidad de Madrid. En cambio, hay dirigentes populares que entienden que su presencia diaria en el Parlamento madrileño puedes gastar más al partido, al ser un recordatorio permanente del más que agitado largo mes hasta que se han producido sus renuncias, algo inaceptable cara a las elecciones de 2019. Ángel Garrido, actual presidente en funciones de Madrid, declaró hace unos días que “es una decisión que lógicamente tiene que tomar ella en los próximos días. Nadie estaría bien en una situación como esta”.
Ahora la situación sigue siendo compleja en el PP madrileño. Podría ser que Garrido asuma también la presidencia de los populares madrileños hasta que se elija un nuevo presidente según el Reglamento de Organización del Partido Popular de la Comunidad de Madrid. En cambio, desde Génova se piensa en crear una gestora para que asuma el gobierno del partido en Madrid, con personas de confianza de la dirección nacional, algo que, en cualquier caso, no se produciría hasta que sea investido el nuevo presidente de la región. De cualquier manera, la nueva dirección del PP madrileño deberá abordar, a un año de elecciones municipales y autonómicas, la organización de las listas locales y la elección de un candidato para mantener el gobierno regional frente al ascenso de Ciudadanos.
Cifuentes a punto de dejar de ser diputada regional tras abandonar la presidencia de su partido
Es de todo punto intolerable que esta señora continúe con un cargo en una institución pública en la que todos sus miembros deben ser modelos de ejemplaridad para la ciudadanía. Así como se les debería exigir la dimisión de sus cargos en la Administración Pública de todos los secuaces de la política, incluido el Sr. Rajoy por supuesto, que la ovacionaron en la última mascarada PPera.
Totalmente de acuerdo, así como cualquier cargo público de cualquier administración. Porque en todos los partidos hay garbanzos negros, ninguno alcanza a los cargos PPeros.
No saben lo que es la vergüenza y la dignidad, que aprendan de la ministra del Reino Unido, ha dimitido por mentir, inmediatamente
Esta claro que todas las dimensiones del PP, son ficticias, tod@os, se quedan en el escaño ganando su buen sueldo sin hacer adsolutamente nada!! A sí se puede dimitir!