Toda la Union Europea, así como Canadá, ha cerrado su espacio aéreo a aviones de Rusia en respuesta a la invasión rusa de Ucrania.
Antes, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Irlanda e Islandia ya habían adoptado esta medida. Volker Wissing, ministro de Transporte alemán, anunció que desde las 15:00 horas de este domingo su espacio aéreo queda cerrado a aeronaves rusas. Así será durante tres meses.
Por su lado, Alexander De Croo, primer ministro belga, ha confirmado esta misma medida en Bélgica. “Los cielos europeos están abiertos para gente que conecta entre sí, no para quienes persiguen una agresión brutal”, escribió en Twitter.
En los mismos términos se ha manifestado Thordis Gylfadottir, ministra de Exteriores islandesa, cerrando el espacio aéreo de Islandia “en solidaridad con Ucrania”.
Idéntica medida ha anunciado Jeppe Kofod, su homólogo danés. Además, pide que la prohibición se aplique a todo el espacio aéreo de la Unión Europea. Esta medida ya la han anunciado medios alemanes.
Asimismo, Kofod ha trasladado que “el despreciable ataque de Rusia contra Ucrania merece las sanciones internacionales y la condena más contundente posible”.
Además, Simon Coveney, ministro de Exteriores y Defensa irlandés, ha confirmado en Twitter la aplicación de esta prohibición en Irlanda. A su vez, invitaba “a los socios de la Unión Europea a hacer lo mismo”.
Por su parte, los países bálticos, es decir, Estonia, Letonia y Lituania, cerraron este sábado su espacio aéreo a aviones rusos. Se esperaba que Finlandia adoptara la misma medida y así ha sido.
Las autoridades rusas cierran su espacio aéreo a algunos países
Rusia ha respondido con la medida recíproca para los vuelos de Reino Unido, Bulgaria y Polonia, y se prevé que la amplíe al resto de paises de la UE.
La consecuencia inmediata es económica y logística en un sector que aún se resiente del impacto de la pandemia.
Así las cosas, los aviones rusos deberán buscar rutas alternativas, evitando, además, sobrevolar laz zonas de Oriente Medio en conflicto. Supone, por tanto, un importante aumento de costes y combustible.
Desde que comenzó la invasión, hasta donde se sabe, han muerto 198 personas, entre ellas tres niños, según el Ministerio de Salud ucraniano. Asimismo, han resultado heridas 1.115 como consecuencia de los bombardeos. Entre esos heridos se encuentran 33 niños.
Al tiempo, unos 200.000 refugiados de Ucrania han huido del país. Aproximadamente la mitad se encuentran en Polonia. A ellos hay que sumar los cerca de 112.000 que escaparon de Luganks y Donetsk hacia Rusia.