Parecía claro que Isabel Díaz Ayuso, presidente de la Comunidad de Madrid, se iba a hacer notar y ha provocado un choque institucional en las celebraciones oficiales del 2 de mayo, día de la región.
Las elecciones autonómicas están cerca. Ayuso tiró de populismo y bajo nivel impidiendo que un ministro del Gobierno de España subiera a la tribuna de autoridades.
En concreto, ha impedido que Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, subiera a la tribuna de la parada militar con motivo del 2 de mayo.
No ha sentado mal en el Ejecutivo, o ha querido entrar al trapo del choque institucional orquestado por la presidente madrileña.
Así, acusa al gobierno regional de incumplir el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado, señalan fuentes del Ejecutivo de la Nación.
De hecho, explican esas mismas fuentes, en la tribuna había ocho personas, “alguna sin rango de autoridad”. Aluden a Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, que es verdad que se cuela en la foto sin ser políticamente relevante a efectos ejecutivos.
El caso es que, tras el acto institucional del interior del edificio, Bolaños ha intentado subir a la tribuna. En ese momento, Alejandra Blázquez, jefa de Protocolo de la Comunidad de Madrid, le ha impedido el paso. La representación institucional “ya estaba establecida”, ha esgrimido.
Sostuvo, además, que ya había “una ministra”, por Margarita Robles, titular de Defensa, y que se cumplía “toda la normativa con respecto a la representación institucional”.
Pese a las advertencias de los colaboradores del ministro, desde el gobierno regional han insistido en su negativa. Claro, a Ayuso le cae bien Robles y no tanto Bolaños.
Así las cosas, fuentes del Ejecutivo de la Nación sostienen que se ha incumplido “el principio más básico de lealtad institucional”. Acusan a la presidente y al PP de creer que el gobierno regional “es su cortijo”.
Asimismo, resaltan que Bolaños “ha sido más elegante”, sonrió y presenció el desfile desde abajo con toda normalidad.
En lo personal, aparte de la ofrenta de la Sra. Ayuso, creo que la ministra Robles, en solaridad con su compañero debió bajarse de la tarima e irse de ese bodrio pepero.