Choque entre Ayuso y Almeida por presidir el PP de Madrid

Choque entre Ayuso y Almeida por presidir el PP de Madrid

Espadas en alto para presidir el PP de Madrid. La ambición de la presidente de la Comunidad de Madrid choca con el silencio pétreo del alcalde de la capital. Se han puesto nerviosos los asesores de Ayuso. “El choque entre Isabel y José Luis es inevitable”, reconocen algunos.

¿La solución? Cada vez se va imponiendo más una tercera vía. No, no se trata de un caballo solitario en una carrera suicida, sino que Pablo Casado apueste por una tercera persona que se encargue del partido y que temple entre dos personalidades tan distintas como las de Ayuso y Almeida.

Todo parte de un vacío evidente. Tras los tenebrosos acontecimientos de la historia del PP de Madrid, la corrupción de muchos de sus consejeros, la cárcel de sus hombres más influyentes, tales como Ignacio González, Francisco Granados o Alberto López Viejo, la dimisión de Esperanza Aguirre, la llegada de Cifuentes, la salida de Cristina, se optó por una dirección provisional.

Pero ahora llega el Congreso que será en unos meses. Ya están calentando motores. Especialmente Ayuso. Sus asesores insisten en que será ella la presidente del Partido Popular de Madrid. Es ella quien preside la comunidad autónoma. Sería, amenazan, “un insulto a nuestra estructura orgánica que no fuera la responsable regional la que fuera responsable regional de nuestro partido”.

Pero el hecho de que los asesores de Ayuso se pusieran la venda antes de la herida ha despertado el recelo de la derecha municipal. Cercanos a José Luis Martínez Almeida recelan de una responsable político tirada al monte y con una imagen pública de frivolidad y superficialidad.

¿Sería posible un tercer nombre en el PP de Madrid?

Para los ‘municipales’ cercanos a Almeida, que no para el propio alcalde, “es bastante evidente que la figura más importante es la de José Luis, capaz de haber hecho desaparecer al PSOE de Sánchez de cualquier oposición municipal”.

Pablo Casado se fía hasta la extenuación de su amigo José Luis Martínez Almeida. De lo que no se fía, sin embargo, es de que las huestes conservadoras se lancen a una batalla que sólo traería perjuicios. Casado sabe sobre todo de la lealtad de Almeida. Y la de Ayuso… pero menos.

Una tercera opción es la de poner a alguien que se centre en el partido y no sea ninguno de los dos. Por ahí enseñan la patita Ana Comins, política con muy buena imagen en el interior de la organización, así como Antonio González Terol, figura en ascenso en la política nacional.

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