Queda claro que el PP no asume el juego democrático al adelantar el proceso de admisión de alumnos y saltarse, así, la ley Celaá. Las Comunidades Autónomas gobernadas por los populares en solitario o en coalición actuarán de este modo, tal y como ha anunciado Pablo Casado, su líder.
La nueva ley educativa LOMLOE se encuentra en tramitación en el Senado. Adelantando el proceso de admisión de alumnos del nuevo curso escolar 2021/2022, burlan las “limitaciones” en la elección de centro que contempla la ley Celaá.
Como no podía ser de otra manera, la Comunidad de Madrid ha sido la primera en aplicar ese adelanto de admisión de alumnos. De este modo, se mantiene el distrito único en cada municipio. En sus palabras, “se garantiza la igualdad de condiciones para todas las familias para la elección de centro en su municipio, independientemente de donde residan”.
Así las cosas, el proceso ordinario admisión de alumnos por el próximo curso será entre el 8 y el 23 de abril, ambos incluidos.
El Gobierno regional que preside Isabel Díaz Ayuso ha lanzado un comunicado explicando las circunstancias por las cuales el proceso se desarrollará de acuerdo a la normativa vigente. “Ello permite disponer de tiempo suficiente para realizar los trámites normativos necesarios y retrasar un año la aplicación de los cambios en materia de admisión”, reza el escrito.
Ossorio amenaza con más ataques a la ley Celaá
Enrique Ossorio, consejero de Educación madrileño, avisa de que este adelanto para burlar la ley Celaá es “el primer paso de otros muchos”. Eso sí, matizó, “siempre dentro de la más estricta legalidad y constitucionalidad”.
Explica que la libertad de elección de centro que es uno de “los pilares básicos del sistema educativo español. Como muestra, este curso escolar, casi el 94% de las familias madrileñas ha obtenido plaza en el centro elegido como primera opción para iniciar el segundo ciclo de Educación Infantil (3 años), un momento clave porque supone la incorporación generalizada al sistema educativo”.
Como viene siendo habitual, Casado piensa en pequeño ya que no le queda otro remedio más que el recurso del pataleo. A Díaz Ayuso le sucede lo mismo.
Incapaces de mirar con una visión más amplia y con una perspectiva de alta política, se conforman con patalear, sabiendo que la ley Celaá saldrá adelante y que estas posturas que adoptan no hacen más que encrespar y benefician a bien pocos. Además, sólo les va a durar un año, lo que viene a demostrar su falta absoluta de amplitud de miras.