Este martes, Gabriel Rufián, portavoz de ERC en el Congreso, ha advertido de que el caso Pegasus “se puede cargar la legislatura”. Es un “escándalo de dimensiones mayúsculas”, ha lanzado en rueda de prensa, más aún después de que se espiara el móvil de Pedro Sánchez.
Así, el portavoz republicano sostuvo que el Gobierno tiene “credibilidad cero” y que las explicaciones han sido “patéticas”.
Señaló que hace cinco días el Ejecutivo negaba que se hubiera espiado a dirigentes independentistas. Ahora, dijo, “pasan de supuestos culpables a víctimas”.
“Y entiendo el escepticismo porque son supuestos espionajes de hace un año”, en referencia al espionaje al dispositivo del presidente. “Nos lo dicen ahora, pero ya me da lo mismo, me da igual si es una cortina de humo o no”, espetó.
En su opinión, el caso Pegasus es más grave porque se ha espiado de manera ilegal “el móvil más protegido” del país, el del presidente.
“Como demócrata, me escandaliza que los máximos responsables de los servicios de inteligencia no hayan sido capaces de evitarlo y se enteren un año después”, sentenció.
En ese escenario, reiteró la necesidad de que se cree una comisión de investigación en el Congreso. Además, ha advertido sobre el voto en contra del PSOE.
“No son conscientes de las consecuencias de ese voto. Esto no se va a tapar y se puede cargar la legislatura. No es una amenaza ni una advertencia, es pura información, no es opinable”, garantizó.
Dicho esto, aunque él no está en la lista de los políticos independentistas espiados, Rufián dio por hecho que sea lo espiaron.
“Hace mucho tiempo que sé que me espían, que no tengo fotos de mi hijo en el mi móvil. Es lo que hay”, admitió.
Aseguró, asimismo, que el caso Pegasus ya es “un escandalazo internacional”. “Está llegando a las mesas de los ministerios, de los diputados y de las instituciones”, afirmó.
Al tiempo, volvió a exigir que la depuración de responsabilidades comience con el cese de Paz Esteban, directora del CNI.