Este lunes, el juez Adolfo Carretero, instructor del llamado ‘caso Mascarillas’, ha decidido procesar a Luis Medina y Alberto Luceño por estafa y falsedad documental.
En el caso del primero de los delitos, por estafar de forma agravada al Ayuntamiento de Madrid. Para el segundo, por falsificar en la compraventa de material en plena pandemia de coronavirus.
El auto del magistrado señala, además, que Luceño se enfrentaría también a un posible delito de falsedad en documento mercantil y delito fiscal.
En cambio, no procesa a ninguno de los dos por blanqueo de capitales. “No trataron de ocultar el dinero percibido de las comisiones ni intentaron hacer desaparecer el mismo”, reza el auto.
Así, el juez Carretero transforma las diligencias en procedimiento abreviado para la celebración de un juicio.
Tras lo señalado por el magistrado del ‘caso Mascarillas’ las partes personadas deben pronunciarse en un plazo de diez días. Deben inclinarse entre archivar o abrir el juicio oral.
Así las cosas, el juez Carretero explica que las compraventas en las que intervinieron constituyen un “negocio jurídico criminalizado”.
Esto es por “haber engañado al Ayuntamiento de Madrid, ocultando con dolo unas comisiones excesivas para cualquier tipo de negocio”.
Sostiene que no tenían “poder alguno de la empresa vendedora y con falsedad de documentos mercantiles”.
De este modo se “enriquecieron” y “perjudicaron” al Patrimonio Municipal en bienes de primera necesidad. En ese momento lo eran los materiales sanitarios. Además, lo hicieron “en cantidad superior a 50.000 euros”.
Asimismo, el magistrado asevera que Luceño “engañó al propio Luis Medina en el reparto de comisiones”, algo que “fijó unilateralmente”.
En cuanto al otro ‘socio’ el juez Carretero afirma que Medina “sabía que los documentos que presentó al Deutsche Bank para justificar el ingreso de su comisión no eran auténticos, permitiendo su firma en los mismos”.
A su vez, Luceño “elaboró documentos falsos para justificar la comisión”. “Además, se los facilitó al investigado Luis Medina para que los utilizase exhibiendo algunos en la contratación para justificar el engaño”, apunta.