Editorial “Vetos y vetas”

El mayor veto político reciente fue la negativa de Podemos a hacer Presidente del Gobierno de España a un socialista. Ahí se generó la más profunda grieta entre las dos formaciones. Una separación en busca de una veta que la rellene.
Porque una veta es un estrato que rellena una grieta. Y entre afines, más o menos, debiera reinar la concordia y la capacidad de llegar a acuerdos de gobierno, de legislatura o de investidura, en forma de vetas que colmaten las diferencias.
Par eso hay que ser generosos y ahorrarse cada uno las propuestas que son líneas rojas que cada formación posee. Cuando Iglesias afirma que no se veten ERC y PSC a la hora de formar un gobierno catalán, lo que en realidad está diciendo es que quiere que los Comunes formen parte de ese tripartito.
Pero la grieta entre la deslealtad de ERC y la mano tendida de Iceta es demasiado grande para que se forme una veta. Sin vetos, pero también sin vetas. A pesar de la estrategia arriesgada –arriesgadísima-, de Iceta de proponer diálogo y consenso entre los partidos vengan de donde vengan.
Por eso la propuesta de Iceta de tender puentes es la que puede mejorar la situación crispante de inestabilidad permanente de Cataluña. No es pasión de militante, sino razón de director de este periódico.
Sin vetos se rellenan las grietas de ideas y de propuestas para formar vetas que nos hagan caminar sobre seguro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *