Llarena ha confirmado parcialmente lo adelantado por este periódico: la puesta en libertad provisional de exconsellers con cargos y bajo fianza. Sin embargo, en otro sentido, el magistrado ha recurrido al argumento de reiteración delictiva para mantener en prisión a Junqueras, Forn, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Entendemos y compartimos desde este periódico la reacción de Miquel Iceta al calificar el hecho de ‘una mala noticia’. Conviene aclarar este extremo para que no haya ninguna duda respecto a las decisiones judiciales, en el marco de la discrepancia con un auto que puede influir en la movilización de los independentistas el próximo 21 de diciembre.
No se trata de que la situación política influya en los autos judiciales hasta el punto de no cumplir la norma. Se trata de que los autos judiciales tengan en cuenta el marco político y social a la hora de dictar una resolución. Nadie pide que la decisión no sea ajustada a derecho, sino que en la horquilla de flexibilidad que establece la valoración de la prisión incondicional, se valore el marco social y político.
Pero independientemente de que Llarena tiene razones, las compartamos o no, para mantener en prisión a estos cuatro independentistas, lo que es evidente es que las consecuencias para las elecciones no son neutrales. Por eso, como dice Iceta, es una mala noticia para los constitucionalistas y probablemente para más cosas.
Que las elecciones del próximo 21 de diciembre ganen los constitucionalistas, no soluciona el problema, pero ayuda mucho a solucionarlo. Y si ganan los independentistas, el problema no solamente continúa, sino que se agrava.
Editorial “Malas noticias”
