El Presupuesto es el principal instrumento político. Un recurso contable que sirve para mostrar la orientación política de cada gobierno. El bastón de mando de todo gobernante y la dirección que desea que tome la nación, la región o el municipio.
Sin memoria económica casi no hay política que pueda desarrollarse. Las intervenciones y hasta las regulaciones exigen mayormente una dotación. Lo que no son cuentas, en definitiva, son brindis al sol.
Comenzamos el año sin Presupuesto General del Estado. Haber convertido al principal partido de la derecha en una organización temida por parte de casi todos nos lleva a que el Presupuesto del 2017 se prorrogue automáticamente.
Por eso Mariano Rajoy anda desesperado buscando apoyos como sea. Y, cuando digo como sea, quiero decir, como sea. A cambio de todo. De nuevo la parálisis nacional y el particularismo por delante de la nación.
Más urgente que tener unos Presupuestos viene a ser lograr que este país se provea de hombres y mujeres públicos que estén a la altura de su pasado y, sobre todo, de su futuro.
Editorial “Lo que no son cuentas, son cuentos”
