Para Mariano Rajoy lo habitual es destruir o borrar los discos duros de un ordenador cuando la Audiencia Nacional los exige como prueba en contra de una organización que se caracteriza por su falta de transparencia y su defensa de la impunidad.
Porque según ha dicho Mariano Rajoy, lo normal es que unos funcionarios del partido –como él los llama-, borren recurrentemente los discos duros, o los destruyan, a la sazón, sigan una hora de ruta, valga la expresión, enteramente rutinaria.
Lo que oculta Mariano Rajoy es que el borrado y destrucción de los discos duros se hizo tras la petición de la Audiencia Nacional o, dicho de otro modo, en plena investigación sobre la caja bé del partido que sustenta al Gobierno de la Nación.
Lo que oculta Mariano Rajoy es una explicación verosímil sobre por qué uno de los discos de Bárcenas fue borrado y el otro enteramente destruido. Una distinción que no se nos ha pasado inadvertida.
Lo que oculta Mariano Rajoy es que hay personas implicadas en esta destrucción de pruebas, más allá de Carmen Navarro, tesorera, Alberto Durán, asesor jurídico, o José Manuel Moreno, director informático de la casa. Los que él llama funcionarios y a los que por lo tanto exime.
Pero, señor mío, lo habitual no es borrar una prueba y destruir otra. No lo es, señor presidente. No lo es.
Editorial “Lo habitual en Mariano Rajoy”
