Editorial “Impunidad regional”

Dicen que pocas cosas en la vida no tienen límites. Una de ellas es la desvergüenza. Ese desparpajo por el que la Comunidad de Madrid dice que tiene una normativa por la que borró los correos probatorios de Francisco Granados.
Madrid Digital no presenta ni una sola prueba de la existencia de dicha normativa. Al contrario, a petición de Manuel García Castellón, la respuesta de las autoridades regionales ha sido que destruyeron las pruebas porque así lo hacen siguiendo instrucciones escritas. Falso.
Correos electrónicos desde 2003 a 2011 de Francisco Granados y de su mano derecha que hubiese resultado ser una prueba definitiva, no solo de su imputación, sino de la financiación ilegal del Partido Popular, de la prevaricación sostenida en el tiempo, de los cohechos propios e impropios y de todo tipo de males para unos gobiernos regionales sentados sobre una fosa séptica.
Con total desvergüenza la Comunidad de Madrid falta a la verdad, nada en un océano de impunidad, con desfachatez y desvergüenza. Como hemos sostenido en este periódico, peor que la corrupción de Granados es la impunidad de aquellos que se lo permitieron o simplemente le encubren.