Estrella Galán es la secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado. Ha sido invitada por el Senado del Reino de España a una ponencia en la que debía explicar la situación de los refugiados y el papel de nuestro país en relación a su acogimiento, refugio y asilo.
Vergüenza es una palabra que se queda tan corta como la mirada, escasamente limpia, de muchos que no ven más allá de sus narices. Bochorno que han tenido que soportar las autoridades españolas por la mísera actuación y el miserable comportamiento político de nuestro país.
Tras mi visita a Lesbos y a otros campos de refugiados en Grecia, hace ahora año y medio, constaté el hacinamiento de niños, mujeres y hombres, tantas veces a la intemperie, huyendo de la guerra, el terror y el hambre.
Y descubrir que el Gobierno de España ha acogido a 750 de los 50.000 que la Comisión ha pedido ubicar a los estados miembros, me produce, cuando menos rubor y abyección. Un gobierno al que se le llena la boca de palabrería.
Un gobierno que no responde cuando el Tribunal Europeo de Derechos Humanos denuncia a nuestros país por las devoluciones en caliente. Como denunció Estrella en el Senado, voz que seguro que se apaga entre los salones de aquellos dirigentes que se ciegan con los problemas cotidianos y olvidan lo importante.
Editorial “Estrella en el Senado”
