Editorial “Esperpento”

Si Ramón María del Valle-Inclán levantara la cabeza se sentiría orgulloso de haber descrito una realidad española, en tiempo exagerada, achicada por sus complejos, resuelta a ser mediocre.
No cambia lo grotesco con el tiempo y, como un esperpento, los hombres y mujeres públicos españoles se esfuerzan en parecer ridículos y no dejan de gastar sus energías en convertir nuestro porvenir en una viñeta.
La rueda de prensa de Puigdemont y sus consejeros tiene el mérito de ir un paso más allá en la deformación patética de nuestra historia. El empecinamiento infantil en no reconocer su flagrante falta de respeto a la democracia, le lleva a descomponer la figura en Bélgica y a convertirse en un hombre hecho sainete.
Esperpéntico también ha sido el Presidente del Gobierno, buscando en la aplicación de la frase de Richelieu un motivo para la venganza: «Dadme seis líneas del hombre más honrado de Francia y encontraré motivos para ahorcarle».
Reconozco que siempre me generó mucha tristeza, antes que mofa o reflexión, la obra de Valle-Inclán. Pero confieso, empero, que los espejos cóncavos y convexos del callejón del Gato resultan tibios e inocentes al lado de la rueda de prensa de Puigdemont.
Este esperpento es el resultado de la ignorancia. Fruto de aquellos que son transparentes a la inteligencia. Rajoy por su falta de perspicacia y Puigdemont por su delirio. Cóncavo y convexo. El esperpento.

2 thoughts on “Editorial “Esperpento””

  1. Penosamente cierto. España, los españoles, hemos dado un serie de arquetipos a la literatura mundial: el Quijote; don Juan; la Celestina…
    Pero lo más patético es «el esperpento»…
    Que vergüenza y que ridículo de país!

  2. Verdaderamente esto es un autentico esperpento. Como todos los esperpentos, no deja indiferentes las mentes ni los corazones, con su parte negativa, ha roto la convivencia entre los catalanes y su parte positiva, ha despertado a los dormidos. Si no se participa en la democracia, no te quejes. Como decía Antonio Machado,»si no haces política otros la harán por ti y posiblemente contra ti».

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