Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, ha comparecido para informar acerca de la crisis del coronavirus. La comparecencia ha tenido lugar en la Comisión Constitucional, por petición propia, además de la petición de los grupos del PP y Vox.
A lo largo de su intervención, Carmen Calvo ha hecho referencia a la trayectoria que ha tenido la propagación de la pandemia del Covid-19. Incluso, ha relacionado esa trayectoria de propagación con la geografía.
“Yo no me había dado cuenta nunca, la verdad. A veces los mapas los tiene uno en la cabeza y los tiene mal. Yo no me había dado cuenta nunca que Nueva York, Madrid, Teherán y Pekín están casi en línea recta, no exactamente pero en línea recta, en horizontal, y son tres de las grandes ciudades donde se ha dado el problema del demonio”. Así se ha pronunciado Carmen Calvo al hablar de los lugares en que el Covid-19 ha tenido más incidencia.
“El otro día leyendo, decían que parece que tiene que ver con unas determinadas temperaturas que no son ni muy frías ni muy cálidas. Habían acabado dándose cuenta a base de darle muchas vueltas de cómo esto ha afectado. A diferencia de otros países que están o por arriba o por abajo de ese tramo. Si eso es así, el verano no ayudará mucho y el otoño no sabremos cómo venga”.
Lo que se sabe hasta ahora no es exactamente como lo comenta la vicepresidenta. Es algo un poco más complejo. Efectivamente, el virus SARS-CoV-2 puede resistir más en determinados lugares en función de la temperatura, la humedad y la latitud geográfica.
Desde el principio de la epidemia se ha tratado de comprobar si se pueden vincular estos factores medioambientales y geográficos con la resistencia del virus. También con su velocidad y mayor propagación. De hecho, a mediados de marzo, unos días antes de decretarse el estado de alarma, se publicó un paper en el repositorio Social Sciences Research Network.
En ese paper, titulado Análisis de temperatura y latitud para predecir la potencial propagación y estacionalidad del Covid-19, investigadores del Instituto de Virología Humana de la Universidad de Maryland vinculan la fuerza del virus con esos factores ambientales. Ha sido revisado hace algo más de un mes.