Caminos oscuros. Gente de sombra negra.

Por Mari Ángeles Solís del Río. @mangelessolis1.
La mediocridad que les delata…
Ya lo reflejó Antonio Machado, con excelente brillantez, en uno de sus más conocidos poemas del libro Soledades: “En todas partes he visto caravanas de tristeza, soberbio y melancólicos, borrachos de sombra negra, y pedantones al paño, que miran, callan y piensan, que saben porque no beben, el vino de las tabernas”.
Y en eso estamos, por decirlo de una forma clara y concisa, por decirlo de una forma entendible, sin entrar en explicaciones absurdas y que quizá entren en la incoherencia. Por decirlo, en el momento que vivimos, en esta situación ridícula, en esta escena macabra. Por decirlo, así, como quien no lo percibe del todo, como quien no termina de creérselo, como quien quiere denunciar la mediocridad que nos rodea… Y, decir, así, casi sin pensarlo: “El país en el que vivo está gobernado por un partido político condenado por corrupción”.
¿Y? Ayer conocimos la sentencia, y hoy el día ha sido igual. Otros partidos que hablan entre ellos, que dan pasos a ciegas sin poder encontrar la luz, otros que se callan esperando movimientos del adversario… Pero la ciudadanía siente el mismo asco que sentía antes de ayer.
Vuelvo a Machado: “Mala gente que camina y va apestando la tierra”. No deja de ser cierto, que no sólo es repugnante la corrupción, sino que también lo es callarse ante ella y consentirla. Porque estar gobernados por un partido corrupto da que pensar… ¿veremos pronto a nuestros dirigentes salir de las alcantarillas?, ¿o es que no sabemos mirar?
Un partido, ese partido, condenado por corrupción. Que en comunidades autónomas como Madrid se sostiene gracias a otro partido que presume de luchar contra la suciedad pero, a la vista está, la ampara. Este viejo país de Europa que en sus siglos de oro nos dejó literatura reaccionaria, culta y progresista, vuelve a estar podrido, gobernado por una derecha rancia que apesta a mediocridad, se enriquecen mientras el pueblo se empobrece, roban a diestro y siniestro con total impunidad. Porque… ¿Cuál habría de haber sido hoy la noticia de cabecera en todos los diarios?… ¡Sí!, dimisión del Gobierno en pleno. La salida de las instituciones de aquellos que hacen de la política un juego sucio, de aquellos que utilizan la palabra “democracia” a su antojo. Esos… “borrachos de sombra negra”.
Sin conocer el futuro, sin tener hoy en día la capacidad de decidir, mientras con arreglos de “mesa camilla”, veremos cómo se desatan luchas intestinas en el seno de otros partidos, mientras culpables y sinvergüenzas, aposentados en un sillón, recuerden entre mofas e insultos a la ciudadanía lo mucho que disfrutaron en… aquella boda…
Hará historia que un presidente del Gobierno haya tenido que declarar en una causa abierta por corrupción, hará historia y será historia. Independientemente de la legitimidad de los tribunales para ejecutar las sentencias, me inclino ahora por pensar que la mejor justicia es la ejercida por el pueblo… que la ciudadanía, en democracia, no se deje pisar. No es necesario alzar ni montar ningún espectáculo de reproches y gritos. Es mucho más sencillo que todo eso: votar con responsabilidad, votar “no a la corrupción”.
Tal vez no nos hemos parado a pensar, que si nos gobierna un partido corrupto es porque ha sido votado. Es porque el pueblo calla y consiente.
Por ello, desde mi firme compromiso político, progresista y socialdemócrata, siendo además lo suficientemente consciente de que hoy la indignación me corroe las venas pero, a pesar de ello, me mantengo en pie y lucharé contra la política de cloaca que nos gobierna… por ello hoy, desde mi indudable compromiso socialista, pido alto y claro, que dejemos de votar a: “pedantones al paño, que miran, callan y piensan, que saben porque no beben, el vino de las tabernas”.
Seguiré luchando contra esta suciedad y seguiré en la taberna, con esas gentes que… “gentes que danzan o juegan, cuando pueden y laboran, sus cuatro palmos de tierra”. Que si no hay vino para compartir, habrá agua fresca. “Son buenas gentes que viven, laboran, pasan y sueñan”. Y es que, aunque siempre lo tuve claro, hoy quizás más. Con la democracia, el poder está en el pueblo. Ya lo dijo, Machado, y poetas de izquierdas… El pueblo, el pueblo… No votemos a “borrachos de sombra negra”. NO A LA CORRUPCIÓN.

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