El ‘bullying’ de los chimpancés

El ‘bullying’ de los chimpancés

Hemos sabido que “los chimpancés hacen bullying, como los humanos” gracias a una entrevista que Quo ha hecho a Rebeca Atencia, directora del Instituto Jane Goodall en la República Democrática del Congo. Experta en estos simios dirige el Centro de Rehabilitación de Chimpancés en Tchimpounga, el mayor santuario de África, a cargo de más de 160 primates.

Su misión es preservar una especie que empieza a correr peligro de extinción. Con motivo de la promoción de la película Las aventuras del Doctor Dolittle, en la que colabora, ha llegado a Madrid. Es una de las personas que mejor conoce el mundo de los chimpancés.

Alerta de la situación de esta especie: “Su situación sigue siendo dramática”, dice en la entrevista. “Quedan 150, quizá 250.000 individuos. Poco más”, advierte.

Señala que en la Fundación Jane Goodall, y más en concreto en el Congo, trabajan lo que llaman “la ‘Estrategia del triángulo’”. “Por un lado, ayudamos al gobierno a que aplique la ley -está prohibida la caza-, y a que lleguen a término los procesos judiciales”.

Por otra parte, otro lado del ‘triángulo’, trabaja en la “sensibilización de la población”. Y, por último, “el cuidado de los individuos rescatados que llegan al santuario. Cuando se rescata un bebé, tenemos que hacer todo lo posible por salvarlo y porque tenga una segunda oportunidad”.

“Después de muchos años, te diría que sí he visto avances positivos”, responde a la pregunta de si se han materializado avances después de diez años en la Fundación.

Atencia, que también es veterinaria, explica que “hace 15 años en Congo se vendían chimpancés en la calle”. De hecho, indica, si alguien confiscaba un chimpancé, los propios policías de la calle no entendían por qué se lo quitaban a ‘su dueño’”. “Ahora nadie vende chimpancés en la calle”.

Así, continúa, “antes nos llegaban al santuario cientos de chimpancés al año, y piensa que por cada chimpancé muerto, es una familia de chimpancés que acaba desapareciendo”.

Sigue comparando diciendo que “ahora nos llegan uno o dos, o ninguno, al año en Congo. Aunque en el país de al lado sigue habiendo 100”. En esa línea, “han cambiado tanto las cosas que la propia ministra de Medio Ambiente de Congo envió un mensaje condenando las últimas muertes por caza furtiva”. “Esto era impensable hace unos años”, apunta.

Dentro de los trabajos que realiza, la directora del Centro destaca la elaboración de un índice “que mida el bienestar de los chimpancés en los Santuarios de África”. “Es complejo valorarlo –añade-. Medimos muchos parámetros”.

Como ejemplos: “si el individuo está integrado en una comunidad; si tiene acceso a comida con regularidad; si tiene acceso a agua; cuál es su índice de masa corporal, si puede utilizar instalaciones interiores y exteriores, o si recibe tratamiento veterinario adecuado”.

El valor más importante a medir es que el chimpancé “esté integrado en una comunidad, que interactúe con los otros. Los chimpancés, como los humanos, son una especie sociable”. “Si un chimpancé está aislado, solo, baja muchísimo su índice de bienestar. A veces hacen bullying, como los humanos”, matiza.

“Ves una comunidad que puntúa muy bien en el índice y sin embargo de pronto hay un individuo rechazado”, explica Atencia. Trasladándolo al ser humano, “en muchas comunidades sufrimos desde el bullying a la falta de acceso a médicos”.

“Sobre el bullying entre chimpancés, nosotros sabemos que a veces no se detecta a simple vista. Ves un grupo y parece que todo está bien”, agrega. Para detectarlo usan una “herramienta informática que se llama «network analyzer»”.

“Con ella puedes medir la cantidad de tiempo que cada chimpancé interactúa con otros”, comenta. “La salud mental del chimpancé depende de que esté socialmente integrado en un grupo, y de que interactúe con los suyos”, razona.

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