La economía de Estados Unidos ha experimentado en el mes de mayo un rebote de la economía que se ha traducido en una caída del desempleo en un 1,5%. Ahora se sitúa en el 13,3%.
Se han recuperado 2,5 millones de empleos en el quinto mes del año. En abril, con la paralización de la actividad económica, se destruyeron 20,7 millones de puestos de trabajo. En marzo, 1,4 millones.
A pesar de ello, el porcentaje de paro sigue estando en máximos históricos. De hecho, en octubre de 2009, en plena crisis financiera, la tasa de paro en el país norteamericano subió hasta el 10%. El pico alcanzado en el mes de abril de 2020 es el mayor nivel desde que comenzaron los registros en 1948.
Tal es así el impacto en la economía provocado por el coronavirus, que el nivel de ocupados sigue en los mismos niveles que los línea de 2011. Esta caída del empleo solo tiene precedentes en la crisis de 2008 y en marzo de 2009, cuando se destruyeron 800.000 puestos de trabajo.
Hay que remontarse a septiembre 1945 para encontrar un nivel de pérdidas de empleos de gran magnitud. Entonces, a consecuencia del fin de la Segunda Guerra Mundial, se perdieron 1,959 millones de puestos de trabajo.
Por otro lado, el número de parados de larga duración se han situado en 1,164 millones de personas. Por tanto, se ha incrementado en 225.000. Su porcentaje respecto al total de desempleados, aumento en más de un 1%, hasta situarse en el 5,6%.
En Estados Unidos, los parados de larga duración son aquellos que han permanecido en situación de desempleo durante un mínimo de 27 semanas.
Asimismo, la cifra total de personas en paro cayó hasta los 20,985 millones, un descenso de 2,09 millones de desempleados en marzo. Hay otro importante dato positivo de este rebote de la economía. La tasa de población activa subió seis décimas, situándose en el 60,8%. 1,7 millones de personas pasaron a engrosar el número total de participantes en el mercado laboral, comparado con el mes de abril.