Pese al carácter presidencialista de Brasil, como sucede en otro gigante como es Estados Unidos, la Cámara de Diputados y el Senado son determinantes para su gobernabilidad.
Este domingo se celebraron elecciones presidenciales, pero también para renovar 27 senadores y los 513 escaños de la Cámara Baja brasileña.
No es trivial porque, si el 30 de octubre Luiz Inácio Lula da Silva es elegido presidente por los ciudadanos, no lo tendrá fácil para gobernar.
Hábil negociador, tendrá que tejer alianzas que serán difíciles de conseguir porque los votantes se han inclinado por el ala más conservadora.
De hecho, el Partido Liberal de Jair Bolsonaro, todavía presidente de Brasil, ha ganado las legislativas en la Cámara de Diputados, con 99 escaños.
Igual ha sucedido en el Senado, donde sentará a 8 senadores, hasta completar 13.
En cambio, el Partido de los Trabajadores sólo ha conseguido 4 en la Cámara Alta, sumando 9. Asimismo, gracias a la coalición Fe Brasil, en la que se integraba, 80 diputados.
Si bien es cierto que los dos grandes partidos han aglutinado 171 escaños de los 513 en disputa, no ha sido así en el Senado.
Un crisol de partidos en Brasil
Los liberales de Bolsonaro también son los más votados en la Cámara Alta, pero los de Lula aparecen en quinto lugar en la lista definitiva.
Cinco son los senadores de Unión Brasil, de corte liberal y centroderecha, elegidos este domingo, hasta sumar 12 representantes.
A su vez, ocupa la tercera plaza en la Cámara Baja, con 59 diputados y el 9,3% de los votos.
Asimismo, los conservadores de Progressistas obtienen 47 escaños en la Cámara de Diputados (7,9%) y tres senadores, hasta completar siete.
Al tiempo, la gran sorpresa la ha dado Simone Tebet con su partido Movimiento Democrático Brasileño (MDB), que sentará a 42 diputados. Son ocho más que en 2018, pero se deja dos senadores de los 12 que tenía, aunque renueva uno.
Igual cifra de escaños en la Cámara de Diputados logra el conservador Partido Social Democrático (PSD), que también obtiene un senador, hasta diez.
Por su lado, el derechista Republicanos, integrado en la coalición ‘Por el bien de Brasil’ sentará en la Cámara Baja a 41 representantes. En la Alta, al resultar elegidos dos senadores, contará con tres.
Asimismo, el Partido Democrático Laborista (PDT), de corte progresista, con Ciro Gomes como presidenciable, logra 17 diputados y ningún senador. No obstante, conserva los dos que tenía.
Formaciones recién fundadas entran en la Cámara Baja
Sorpresa ha dado también Always Forward, una formación fundada ad hoc para estas elecciones –se fundó en mayo–, al irrumpir con 18 diputados.
Con 14 escaños se han hecho PSOL REDE Federation –también fundado ad hoc– y el Partido Socialista Brasileño (PSB), por 12 de Podemos. Esta última pasa a tener seis representantes en el Senado.
Además, el PSB obtiene un senador, con lo que cede también uno de los dos que tenía.
Los otros 28 escaños restantes se reparten entre otras formaciones minoritarias.
Respecto al Senado, Cidadania y Red de Sostenibilidad seguirán contando con un senador cada uno y los dos restantes serán para otras formaciones.
Por tanto, ante esta fragmentación, las negociaciones para sacar adelante las iniciativas legislativas se nos antojan, cuanto menos, arduas.