Han tenido que pasar más de 24 horas desde que se conocieron los resultados de las Presidenciales brasileñas para que Jair Bolsonaro, presidente saliente de Brasil, se pronunciara.
Se temía lo peor. El dirigente de extrema derecha es un ‘trumpista’ reconocido y cabía la posibilidad de que no reconociera su derrota electoral.
Hasta este martes ha guardado silencio, pero, al final, lo ha hablado, con un breve discurso desde el Palacio de la Alvorada.
En su intervención ha agradecido el voto a los 58 millones de brasileños que eligieron su nombre. A continuación, señaló que cumplirá con la Constitución en el marco del traspaso de poderes. Pero sólo eso.
En ningún momento de su discurso Bolsonaro ha reconocido la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva, quien ganó las elecciones por un estrecho margen.
Así, indicó que “siempre me han etiquetado como antidemocrático. A diferencia de mis acusadores, siempre jugué dentro de las cuatro líneas de la Constitución. Nunca hablé de controlar los medios y las redes sociales”, aseguró.
Asimismo, ha destacado la “robusta” representación de la derecha en el Congreso Nacional de Brasil.
Efectivamente, en la Cámara de Diputados brasileña la derecha que apoyaba su Gobierno cuenta con una cierta mayoría, con 226 escaños de 513. La oposición, en cambio, suma 197. Hay 90 diputados independientes.
No es igual en el Senado, donde son mayoría los independientes, con 36 senadores de los 81 representados. La hasta ahora oposición supera, por poco, a los partidos de derecha: 24 frente a 21, respectivamente.
Para Bolsonaro, los bloqueos en carreteras fueron “manifestaciones pacíficas”
Así las cosas, Bolsonaro se ha referido a los bloqueos en carreteras por partidarios suyos. En ese sentido, explicó que los motivaron “la indignación” y la “injusticia” que han generado estas elecciones.
A su vez, calificó los hechos como “manifestaciones pacíficas” y quiso dejar claro que los métodos de sus seguidores “no pueden ser los de la izquierda”.
Tras la victoria de Lula y sin que Bolsonaro se pronunciara para reconocerla, hasta seis estados brasileños se vieron afectados por cortes en las carreteras.
Ante la inacción de las autoridades federales, los gobernadores de esos estados tuvieron que tomar las riendas y movilizar a la Policía Militar.
Este cuerpo depende directamente de los gobiernos regionales. Además, Alexandre de Moraes, magistrado del Tribunal Supremo de Brasil, autorizó el despliegue de estas fuerzas de seguridad.
Los estados afectados son, en concreto: Minas Gerais, Paraná, Pernambuco, Río Grando do Sul, Río de Janeiro y Sao Paulo.
¡Bolsonaro, fuera del poder YA!