Bale corona al Real Madrid

Bale corona al Real Madrid

Los blancos vencen en su tercera final consecutiva al Liverpool: 3-1, y Ronaldo hace unas polémicas declaraciones desde el césped.
La Orejona ya tiene dueño. Y es literal porque cuando un equipo logra tres veces consecutivas alzarse con ella, o cinco alternas, pasa a ser de su propiedad. Ya no es una réplica de menor tamaño en las vitrinas. Y esto es lo que logró el Real Madrid al ganar su tercera final consecutiva en la máxima competición europea de clubes. Otro hito. Ninguno hasta ahora lo había logrado en el actual formato. La expectación era máxima en el Estadio Olímpico de Kiev, una ciudad blindada, pero rebosante de alegría por la fiesta del fútbol. El encuentro se antojaba vibrante y no decepcionó.
Un Real Madrid muy concentrado, convencido de su poder en Europa, frente a un Liverpool hambriento que no gana esta final europea desde hace trece años, tercero en la Premier, como los merengues, que, de no haberse hecho con el título europeo, habría cerrado la temporada en blanco, nunca mejor dicho. Una final con apenas incidentes ni dentro ni fuera del campo. Es verdad que la lesión de Salah en el minuto 26 contribuyó a que los de Concha Espina se dedicaran a vigilar a todos y no a un solo hombre, pero tampoco ayudó la lesión de Carvajal, un tren expresso por la banda derecha con mucho peligro, apenas ocho minutos después. Un encuentro de poder a poder que se disputó en el centro del campo.
Todo se decidió en la segunda parte. Y empezó con la picardía, la perseverancia de Benzema que interceptó, en el minuto 50, un saque de portería del cancerbero alemán Karius, mandando mansamente el balón al interior de la portería del Liverpool. Un craso error del portero que tenía tres posibilidades más de pase y eligió la peor. Pero los británicos no se amedrentaron y solo cuatro minutos después, Mané equilibraba la contienda. Fue cuando Zidane decidió cambiar de planes y optó por sustituir a Isco, que vio como en dos ocasiones los palos evitaban sendos goles, por Bale, otro expresso. Y ahí es cuando empezó a escribirse una nueva leyenda del Real Madrid y la particular del galés, que en el minuto 63, de chilena, enganchó un pase medido de Marcelo y perforó la escuadra del arco contrario. Si el gol que el, ahora, técnico blanco marcó, de volea, en la final que le dio al Madrid la novena estaba considerado por la UEFA el mejor tanto de la historia de la competición, tal vez ahora deban reevaluarlo. Y la guinda, en el 82, cuando, apenas de recibir el balón a pase de Marcelo, otra vez, en un cambio de banda, desde más de 25 metros, Bale armó su pierna izquierda y fulminó la portería de Karius, que no pudo retener el esférico. El Real Madrid hace historia, y Bale también.
La polémica de la jornada la firmó Cristiano Ronaldo en unas declaraciones a Antena 3 al término del partido: “Fue muy bonito estar en el Real Madrid, en los próximos días hablaré y le daré una respuesta a los aficionados”. No venía a cuento. En cualquier caso, no hay que olvidar que solo es fútbol.

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