Ayuso versus Casado: la guerra de los pijos

Ayuso versus Casado: la guerra de los pijos

A lo largo de la semana pasada, Pablo Casado, líder del PP, e Isabel Díaz Ayuso, la presidente de la Comunidad madrileña, han evidenciado sin pudor alguno la disputa interna en la pugna por el liderazgo del partido en Madrid.

Está claro que la jefa del Ejecutivo madrileño no está por la labor de dar su brazo a torcer. Mientras, desde Génova tampoco están dispuestos a ceder.

Ayuso insiste en concurrir al congreso regional con su lista. De integración, dice, pero su candidatura. En cambio, desde la sede central del PP presionan para que la dirigente madrileña se avenga a un acuerdo pactado.

Mientras que la presidente de la Comunidad de Madrid considera que se ha ganado a pulso ser quien decida la lista, desde Génova le recuerdan que se la puso a dedo. Y cargan las tintas con ello.

“Si aceptó ser designada a dedo, ahora tiene que aceptar la disciplina de partido, y no moverse hasta que el jefe lo diga”, espetan. Así, desde la sede nacional queda todo dicho.

Incluso, algunos critican que Casado haya llamado “a capítulo” a Ayuso para ponerla en su sitio. De paso, evitar la sangría que está sufriendo Teodoro García Egea, el secretario general de los populares.

Porque es el número ‘dos’ de Casado quien está bajando a batirse en el barro con Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de la presidente.

Así las cosas, la semana pasada la cosa fue a bronca diaria entre Génova y Sol. Evidencia la dura batalla, pero también que la relación entre el líder nacional y su antes protegida no es tan buena como la visten.

Van a por el jefe de gabinete de Ayuso

Y es que, le guste o no a Casado, aunque “no quiera quemarse, si Teo se quema es porque cuenta con su aval”, dicen fuentes conocedoras. La cuestión es que en Génova saben que por la vía de destronar a Rodríguez, destronan a Ayuso. Si cayó con Aznar, puede volver a caer, dicen. Pero, tal vez, la presidente regional pueda pedir la cabeza de Egea.

En el fondo, el deseo de Casado de controlar el PP de Madrid. Un deseo que es más una necesidad. Si Ayuso crece, le hará sombra.

Entretanto, los pescadores hacen negocio del río revuelto. Así, entra en escena Cayetana Álvarez de Toledo, la única en activo que ha apoyado públicamente a la jefa del Ejecutivo madrileño. Y no olvidemos al ‘dinosaurio’ de Esperanza Aguirre.

La primera porque, seguramente, busca venganza, más que reconocer la labor hecha por Ayuso, por patética que haya sido. La segunda, para que “la dejen seguir con sus negocietes y que la sigan callando cosas”, dicen los suyos.

Y en todo este lío, la que montan desde Génova explorando una alternativa a la presidente entre sus propios nombres. La dirección nacional ha llegado a decir que cuatro de los consejeros de Madrid son afines a Génova.

La realidad, según dicen otros, es que esos cuatro nombres lo que en realidad quieren que no se perjudique a la parte y al todo. Como ya dijimos, a ver cuánto pasa hasta que alguien se cobre sus cabezas. Y entretanto, a José Luis Martínez-Almeida que le caen sin que se lo busque, que se sepa.

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