Ayuso se queda sola en su desafío al Gobierno

Ayuso se queda sola en su desafío al Gobierno

Ni Ignacio Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, ha hecho piña con Isabel Díaz Ayuso, la presidente regional, en su desafío a Salvador Illa, ministro de Sanidad, y por extensión al Gobierno de la Nación. Ni él ni los dos barones del PP más influyentes en el partido.

Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, y Juan Manuel Moreno, su homólogo de Andalucía, no acompañarán a Ayuso en su delirio judicial.

La presidente madrileña, como anunció, recurrió ayer por lo contencioso-administrativo en la Audiencia Nacional contra las medidas aprobadas por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) y que anoche entraron en vigor en diez municipios de Madrid. Incluso pidió la suspensión cautelar de dichas medidas.

Pero los demás barones populares decidieron acatar la orden ministerial y ponerla en marcha si llega a ser necesario en sus respectivos territorios. Es más, Alfonso Fernández Mañueco, jefe del Ejecutivo de Castilla y León, votó a favor de ellas por considerarlas buenas para sus ciudadanos. Fernando López Miras, presidente de la Región de Murcia, se abstuvo.

En su desbocado arremeter con todo lo que huela a Gobierno socialista, está dejando atrás los intereses de quienes la pagan: los madrileños.

El vicepresidente de Ayuso no apoya la decisión del recurso

Aguado, en cambio, prefiere sentarse “a hablar”. Lo dejó claro este jueves en una entrevista en el Telediario de TVE. “No creo que el mejor lugar para intentar buscar soluciones a este drama sean los tribunales, prefiero sentarme en una mesa a hablar”, afirmó.

Las sentencias, dijo, “pueden tardar semanas y no tenemos semanas”, para añadir que “la división, el tratar de solucionar los problemas a garrotazos causa muertes”.

“La unidad salva vidas y cada día que dejamos pasar en rifirrafes políticos es un día que perdemos en salvar vidas y salvar empleos. Yo apuesto por hablar”, aseguró.

“Ahora toca colaborar más y pelearnos menos en ruedas de prensa o tribunales para salvar vidas”, apuntó en Twitter. Poco después, en la entrevista, se comprometía a sentarse en una mesa “con todas las administraciones y no levantarme hasta que no haya un acuerdo que nos permita poder organizar nuestras vidas”.

Por su lado, Moreno manifestó “máximo respeto” por la posición de Ayuso, pero Andalucía no recurriría las medidas de Sanidad. Tampoco lo hará Núñez Feijóo. “Galicia siempre acató todas las normas de obligado cumplimiento. Se puede estar o no de acuerdo, pero siempre las acatará mientras esa norma esté en vigor”, zanjó el presidente gallego.

El único respaldo que le queda a la jefa del Ejecutivo madrileño es Génova, donde se está de acuerdo en judicializar las medidas para frenar al virus. Javier Maroto, senador por Castilla y León, región donde se empadronó justo a tiempo, y portavoz del PP en la Cámara Alta, salió a defenderla.

“Los que no han dado pie con bola dicen ahora que son los garantes de lo que hay que hacer”, censuró en declaraciones a RTVE. Su credibilidad, visto cómo obtuvo su sillón en el Senado, es nula.

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