Golpe de efecto de Isabel Díaz Ayuso, la presidente de la Comunidad de Madrid, que ha previsto un viaje a Estados Unidos coincidiendo con la Convención Nacional del PP.
La Razón ha desvelado los planes de la jefa del Ejecutivo madrileño. Con este viaje, Ayuso podría buscar un doble, incluso triple, objetivo. Por un lado, el aparentemente real de posicionar a la Comunidad de Madrid entre inversores y otros referentes estadounidenses.
De paso, contraponerse a Pedro Sánchez que hace un mes hizo lo mismo en su gira en Estados Unidos. Al tiempo, agita una nueva confrontación con el presidente nacional.
Y es que para Ayuso lo económico y lo político están en el mismo nivel porque con este viaje, a su vez, pretende potenciar su influencia política.
La cosa es que, si ejecuta el plan como tendría pensado, daría un sonoro plantón a Pablo Casado. La Convención Nacional del PP comenzaría en esas fechas en Madrid y ella no estaría en el arranque del cónclave popular.
No es algo que haya sentado bien en la sede nacional del PP, que lo interpreta como lo que sería, un desplante al líder de la formación. La presidente regional podría jugar otro golpe de efecto regresando un día antes para presentarse en el cierre en Valencia.
La tensión que se vive entre la Puerta del Sol y Génova se ha mantenido discretamente. Sin embargo, la ausencia de Ayuso en la Convención avivaría públicamente las diferencias.
Más aún desde que la líder madrileña anticipara que se postulará para dirigir el partido en Madrid y Casado animara veladamente a José Luis Martínez-Almeida a disputarle el liderazgo a Ayuso.
A nadie se le escapa que desde la sede nacional de la formación quieren ganar influencia en la región. Llegar al Congreso regional en primavera con un equilibrio de fuerzas de 60-40 sería clave para la dirección nacional del partido.
De este modo, Ayuso tendría que negociar y facilitar la unidad integrando en su Ejecutiva a parte del equipo del alcalde de Madrid. Y no tiene fácil evitarlo porque la potencia de fuego del también portavoz del PP está en los distritos.
La idea de Génova sigue siendo que el liderazgo en las Comunidades donde gobierna el PP esté en manos de los presidentes regionales. Alberto Núñez Feijóo lo es en Galicia y Juanma Moreno, en Andalucía.
Ahora bien, Madrid es otra cosa porque Casado siempre ha tenido gran influencia en la región. No en vano es su cuna política y resulta determinante en el equilibrio de poder territorial.
Así las cosas, el escenario se asoma agitado. Mientras, en Génova siguen removiéndose con cada movimiento de Ayuso a la que quieren frenar de una vez por todas.