Isabel Díaz Ayuso, la presidente de la Comunidad de Madrid, está decidida a presidir el PP madrileño y está convencida de que lo va a conseguir. Para empezar, y por sorpresa, se postuló públicamente cuando aún no está ni convocado el congreso regional.
Además, desde su entorno hicieron saber a la dirección nacional su malestar porque Pablo Casado no haya hecho un guiño a su candidatura. A ello se une que, argumentan, la tradición popular es que el partido en las Comunidades donde gobiernan lo preside el presidente regional.
De ese modo es en Galicia, Castilla y León, Andalucía y Murcia. Madrid es la única autonomía con un Ejecutivo del PP donde no se da. El PP madrileño lo preside Pío García-Escudero y su secretaria general es la senadora Ana Camins.
Así, parece que se tensan las relaciones entre el Gobierno regional y Génova. En la todavía sede nacional del PP insisten en que “no toca” hablar de ello. “Faltan nueve meses como mínimo para que se convoque”, sostienen.
Y es que la dirección nacional de los populares está centrada en la Convención Nacional que arrancará el 27 de setiembre en Santiago. Se cerrará el 3 de octubre en la plaza de toros de Valencia.
Precisamente, Ayuso tiene programado para esas fechas un viaje a Estados Unidos. Desde su entorno aseguran que estaba planificado desde hace meses.
Se podría interpretar como un desplante al presidente del PP, pero, dicen, en absoluto es así porque “hará todo lo posible” para llegar a la clausura.
Así las cosas, la cúpula del PP recriminan que Ayuso quiera poner el foco mediático en su candidatura a la presidencia del PP de Madrid. Un asunto interno cuando apenas quedan dos semanas para el Conclave Nacional. Para los máximos dirigentes populares todo debe centrarse en confirmar a Casado como “auténtica alternativa” a Pedro Sánchez.
Además, no quieren que la pugna por Madrid, a la que el propio líder del PP metió a José Luis Martínez-Almeida, se convierta en un dolor de cabeza para Casado. En definitiva, defienden, hasta finales del primer semestre de 2022 no se celebraría ese congreso regional.
A su vez, tratan de evitar que suceda como con Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón con Mariano Rajoy. Al tiempo, sostienen que el modelo de separación de poder entre los máximos puestos orgánicos del partido y los institucionales ha funcionado. Veremos.