La ambición de Isabel Díaz Ayuso, candidata popular a la Comunidad madrileña, no tiene límites y aspira a, si gana las elecciones, ocupar la presidencia del PP de Madrid.
Al menos eso es lo que se desprende de las intenciones de Pablo Casado, líder nacional del partido, si se confirma que Ayuso gana en Madrid.
De ese modo pretende consolidar y empezar a llevar a cabo su proyecto político que aún no ha podido comenzar a abordar.
Con una formación aparentemente ya reconstruida y con el mensaje de la refundación calando en los militantes y simpatizantes, debe terminar de recolocar algunas piezas.
Una de ellas es la presidencia del PP de Madrid, ahora sin un piloto claro. José Luis Martínez-Almeida, a la sazón alcalde de la capital y portavoz del partido, también aspira a ocupar tan relevante puesto interno.
Las encuestas internas que maneja la formación conservadora vaticinan un empate técnico a nivel nacional por el desgaste de Pedro Sánchez.
Detrás de ello, la supuesta gestión, según los populares, de las vacunas, la crisis económica y la inseguridad ciudadana que parece que no cesa.
De todo ello se ha encargado Ayuso de, mentira a mentira, ir transmitiendo a los ciudadanos, sin importarle si es verdad o no. En política no todo vale, pero para el PP sí.
Así las cosas, Casado parece dispuesto a entregar definitivamente el poder territorial a la todavía presidente de la Comunidad madrileña.
De ahí la importancia del resultado de los comicios, porque, pase lo que pase, la responsabilidad será del líder nacional. Ahí es donde se la juega.
Si Ayuso no consigue gobernar, porque ha permitido un pacto de la izquierda. Si gana, porque se le ninguneará atribuyendo la victoria al equipo de campaña de la líder regional con Miguel Ángel Rodríguez a la cabeza.
De hecho, tal es el peligro de que Ayuso empiece a hacer sombra a Casado que, como siempre, más vale arrimarte al enemigo y tenerlo cerca.
Y eso es lo que el dirigente popular intenta hacer, apostando por la presidente de la Comunidad para auparla a la presidencia del PP de Madrid.
Será a finales de año cuando el congreso que celebre esa parte de la formación conservadora renueve los órganos internos. Veremos.