Nuevo desafío de Isabel Díaz Ayuso, la presidente de la Comunidad de Madrid, esta vez a cuenta del cierre perimetral de la región. Ayuso ha dicho que como no le gusta el decreto de alarma y tener que cerrar Madrid, que ella se inventa la norma. Y, de paso, incumple otra.
Así se ha manifestado en la Real Casa de Correos con el tono prepotente fingidamente humilde al que tiene acostumbrados a los ciudadanos. “Yo no estoy conforme con cerrar Madrid y de hacerlo, ya que no tengo ningún estudio sanitario que me demuestre que esto es mejor, quiero hacerlo los mínimos días posibles porque defiendo las medidas quirúrgicas y adaptadas a cada situación”, anunció esta mañana.
Lo mismo no, llámemenme loco, pero lo que sí dicen los estudios y la evidencia científica es que los cierres por periodos cortos apenas tienen impacto. Pueden tener algo, pero lo que no permiten es medir si una medida restrictiva hace cambiar una tendencia o no.
Pero las evidencias científicas a la ciega y sorda presidente de Madrid le importan poco, porque solo quiere salvar la economía. Eso está bien, pero si no hay salud, tampoco hay economía.
Ayuso pide “flexibilidad normativa”, básicamente para hacer lo que quiera. Pide, en definitiva que todos, incluso el Gobierno de la nación, bailen a su ritmo. Mantiene el pulso y simplemente va a incumplir la norma.
El Real Decreto contradice a Ayuso
El apartado 1 del artículo 9 del Real Decreto por el que se declara el estado de alarma dice, en relación a las medidas de los artículos 6, 7 y 8, que “la eficacia de la medida no podrá ser inferior a siete días naturales”.
Precisamente, es el artículo 6 el relativo a la limitación de entrada y salida en las Comunidades Autónomas. Es decir, que si Ayuso quiere, o tiene que, cerrar la región, no puede hacerlo por un periodo inferior a una semana. Si lo hace por menos tiempo, incumple la ley.
Según dijo, “esto ya lo han hecho otras comunidades autónomas”. “Espero que se nos escuche para que podamos tomar otras medidas intermedias y de esa manera evitar desplazamientos masivos”.
Argumenta, para pedir flexibilidad, que la “pandemia” va a estar activa todavía por tiempo y en ocasiones será necesario “cerrar un día, cerrar tres o no hacerlo”.
El caso es que Ayuso sigue en su táctica de retar al Ejecutivo central poniendo de nuevo en riesgo la salud de los madrileños y sólo con el pensamiento puesto en la economía.
Y el caso es que, salvo que algo cambie, Madrid se cerrará perimetralmente sólo en este inminente puente de Todos los Santos y en el de la semana que viene de La Almudena. Al fina la ‘madura’ adolescente caprichosa de la presidente regional, el Gobierno de la nación, autorizó ese cierre horario. La próxima vez, pedirá que sea de cuatro a cinco de la tarde. Mal.
Además, engañó, estafó, a sus homólogos de Castilla-La Mancha y Castilla y León. En mal lugar deja a los madrileños sus caprichos pueriles. Sigue sumando puntos para convertirse en la peor presidente de Madrid. En eso también batirá récords la engañosa Ayuso.