Cada vez son más los que opinan que Albert Rivera, presidente de Ciudadanos, debería alcanzar un acuerdo con el PSOE para facilitar la gobernabilidad de España. Siguen la línea iniciada por Manuel Valls, ex alcaldable por Barcelona, antes y después de la ruptura con la formación naranja.
Son muchos los que se adscriben a relajar la posición de Rivera. Lo demuestra la cascada de dimisiones producida hace unas semanas o la más reciente de Francisco de la Torre, ex responsable del Área de Política Fiscal de Ciudadanos. El economista presentó su dimisión el pasado jueves por no estar de acuerdo “con el tono, las formas, y especialmente la estrategia política adoptada los últimos meses”.
Antes, había abierto la puerta de las renuncias Toni Roldán, ex secretario de Programas de la Ejecutiva Nacional del partido naranja, y lo siguieron otros dirigentes destacados, como el balear y cofundador de la formación, Xavier Pericay, o Javier Nart, que dimitió de su cargo en la dirección aunque continúa como eurodiputado.
A pesar del golpe sobre la mesa dado por el presidente de Ciudadanos y el cambio de algunos de los miembros de la Ejecutiva nacional del partido, siguen alzándose voces que cuestionan la estrategia de Rivera frente a Pedro Sánchez y el mantenimiento de su negativa, no ya a respaldar su investidura, sino a oponerse a ella con el único argumento del ‘no es no’.
En su día, poco después del 28 abril, Valls sostuvo que la formación naranja y su presidente “después de su gran resultado, deben tener un papel fundamental desde un centro reformista que priorice el interés general de España”.
Animaba, entonces, a acercarse a los socialistas para alcanzar un acuerdo de gobernabilidad. Cada vez son más los que se adhieren a esta opinión, pero se topan con una tesis de la que no se mueven en Ciudadanos y que expresó con claridad Inés Arrimadas: “No podemos pactar con un señor que nos ha vendido en Cataluña, con un señor que en lo económico asume las tesis populistas y en lo territorial, las tesis separatistas, que ha humillado a los constitucionalistas”, viene sosteniendo.
Pero, son muchas las opiniones que mantienen que, precisamente, para que un gobierno del PSOE no dependa de los nacionalistas y de los populistas, el partido naranja debe mostrar flexibilidad y sentido de Estado. Con todo, la postura de Ciudadanos sigue instalada en una posición numantina y contraria a los socialistas.
Me parece bien que haya voces que intenten convencer a Rivera y sacarlo de su cabezonería, un consejo hablen bajito, o dejen el partido para hacer lo que mejor les parezca. Como ejemplo tienen ustedes a Ines Arrimadas que se llenaba la boca de decir las mentiras que le gustaban oir a Ribera y ahora la ha destituido por ser parte del sector critico. Ya saben la razón es primero de Rivera, segundo de Rivera y siempre de Rivera, el resto de ustedes son el sector crítico que no está de acuerdo con el endiosado lider que tiene los pies de barro. Lo único que se le puede decir a Rivera es Amén.