Aumenta el peligro de guerra entre Irán y Estados Unidos

Aumenta el peligro de guerra entre Irán y Estados Unidos

“No, no hay posibilidad de negociación», declaró Mohamed Yavad Zarif, ministro de Exteriores iraní, al ser preguntado si serían posibles negociaciones bilaterales entre Irán y Estados Unidos para rebajar la tensión entre ambos países. De este modo, el jefe de la diplomacia iraní parece lanzar un mensaje contradictorio al enviado antes por un funcionario del régimen de los ayatolás en el que reconocía estar “tan abiertos a la confrontación como a la diplomacia”.

Por otra parte, hay quienes aseguran haber visto a Dianne Feinstein, senadora demócrata, “caminando por el Capitolio con su iPhone en la mano y la página del contacto de Yavad Zarif abierta”. Entre tanto, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, envió un mensaje en Twitter en el que dice estar “seguro de que Irán querrá hablar pronto”, y afirmando que “sólo queremos que Irán no tenga armas nucleares”.

Irán insiste en que la mejor opción para dialogar con Estados Unidos es que éste vuelva al acuerdo nuclear y levante las sanciones. Para presionar, el régimen iraní anunció el cese en algunos de sus compromisos del pacto suscrito en 2015. También, una forma de presionar a la Unión Europea a negociar acerca de conseguir que la UE adopte medidas para compensar las sanciones que impiden que el bloque comunitario cumpla con su parte del acuerdo.

En ese contexto, el régimen iraní podría estar intentando otras vías, no bilaterales, para alcanzar el diálogo con Washington. “Este es el momento más decisivo para la Revolución Islámica, porque el enemigo ha venido al campo de batalla con todas sus capacidades a su disposición”, declaró Husein Salami, General de División al frente de la Guardia Revolucionaria. “Los enemigos de Irán llegaron al final del camino” y “a pesar de su apariencia ostentosa, padecer osteoporosis”, desafió.

Con todo, Alí Jamenei, Líder Supremo de Irán, aseguró ante un grupo de políticos y funcionarios que “no habrá ninguna guerra. La nación iraní ha elegido el camino de la resistencia”. “No buscamos una guerra y ellos tampoco. Saben que no es de su interés”, añadió. A pesar de ello, las conversaciones no dan comienzo.

Mientras que Estados Unidos retiraba el personal no esencial de sus delegaciones diplomáticas en Irak, por su lado, Reino Unido ha elevado el nivel de alerta de sus tropas y diplomáticos en el país árabe y lo hacía extensivo a personal y familiares en Arabia Saudí, Kuwait y Qatar. Todo parece indicar un aumento del riesgo de seguridad cuyo el origen sería Irán. Según Sky News, una fuente del Foreign Office entiende que hay “una mayor probabilidad de que Irán o sus agentes próximos emprendan alguna acción contra intereses británicos, estadounidenses o de otros países aliados en la región de un modo que pueda ser negado para evitar desencadenar una guerra total”.

De acuerdo con fuentes británicas consultadas por la cadena de televisión, los objetivos podrían ser instalaciones petrolíferas u otras infraestructuras civiles, con la intención de causar una interrupción, pero sin que pueda vincularse a la República Islámica, provocando una respuesta de Estados Unidos. En última instancia, a mostrar su enérgica protesta por las sanciones impuestas contra Teherán.

Frente a la justificación estadounidense para enviar nuevas tropas a la zona por las supuestas amenazas de “fuerzas respaldadas por Irán en Irak o Siria”, Christopher Ghika, mayor británico y vicecomandante de la coalición internacional contra Estado Islámico, negaba que se hubiera producido “un aumento” en dichas amenazas. Todo esto, apenas tres días antes de que cambiara la situación de alerta por parte de Reino Unido. Desde el ministerio de Defensa británico indican que la decisión se tomó antes de las declaraciones de Ghika, que estaba al tanto del riesgo y los últimos informes de Inteligencia, pero no tenía autorización para revelar dicha información.

En este escenario, Holanda y Alemania también han suspendido sus misiones de adiestramiento de fuerzas locales en Irak, mientras la diplomacia británica intenta rebajar la tensión. Tal es así que Jeremy Hunt, secretario de Exteriores de Reino Unido, habló telefónicamente con su homólogo de Omán, sultanato que mantiene buenas relaciones con el régimen iraní y con el que comparte el control del Estrecho de Ormuz. Además, la ex colonia británica en la península Arábiga fue pieza clave en el acuerdo suscrito entre Irán y el Grupo 5+1 en 2015.

 

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