El nuevo orden establecido en Afganistán tras la entrada de los talibán en Kabul cierne un oscuro futuro sobre mujeres y niñas que habían logrado, con mucho esfuerzo, derechos antes no gozados en esas tierras.
Según nuestras fuentes, los insurgentes han comenzado a asesinar a mujeres que cometieron el ‘pecado’ de ostentar puestos de relevancia correspondientes solo a los hombres.
Mujeres y niñas se encuentran entre los más vulnerables tras la conquista de la capital afgana y el control talibán sobre prácticamente todo el territorio.
La mujeres especialmente han sido el blanco de los ataques extremistas. Denunciaron los ataques talibán o simplemente han ocupado puestos de autoridad, algo reservado a los hombres en el ‘código’ talibán.
Las muertes de mujeres y niños han aumentado casi un 50% desde que comenzó 2021 respecto a cualquier otro primer semestre desde 2009. El ya desaparecido Gobierno afgano ha culpado siempre a los talibán, que lo niegan.
Con la ocupación de Kabul, el temor es que todos los derechos conquistados se esfumen. “Los talibanes harán retroceder la libertad en todos los niveles y eso es contra lo que estamos luchando”, señaló a Reuters un portavoz del Ejecutivo afgano.
Numerosos informes muestran a los talibán haciendo listas de mujeres y niñas de entre 12 y 45 años. Personas a las que luego obligarán a casar con combatientes.
Volverá la prohibición a las mujeres de salir sin un acompañante masculino. Tampoco podrán trabajar o estudiar. Ni siquiera elegir la ropa que se pondrán.
Algunas de esas jóvenes mujeres nacieron poco antes e incluso después de la invasión estadounidense junto a tropas de la OTAN. No conocieron el régimen anterior.
Se formaron en un clima aparentemente democrático, conquistando derechos y accediendo a puestos de autoridad. Algo nunca visto antes. Son ellas las que más tienen que perder con el nuevo orden establecido. Lo peor, si pierden la vida a manos de los insurgentes.