Rusia ha abandonado el Consejo de Europa, la organización paneuropea que vela por el respeto de los Derechos Humanos en el Viejo Continente.
Así, Sergei Lavrov, ministro de Exteriores ruso, comunicó por carta el abandono de su país de este organismo supranacional.
La decisión rusa se basó en el artículo 7 del Estatuto del Consejo de Europa. Este apartado permite que cualquier miembro “puede retirarse notificando su decisión al secretario general”.
No obstante, este abandono llega tan sólo un día antes de que el propio Consejo de Europa haya decidido expulsar al país. Es decir, que se va antes de que lo echen por la invasión de Ucrania.
Ya el martes debía votarse una declaración instando a Moscú a retirarse y, de no hacerlo, proceder a su expulsión.
Finalmente, este miércoles el Comité de Ministros decidió en una sesión especial la expulsión del gigante euro-asiático. Se ha hecho en “conformidad con el artículo 8 del Estatuto del Consejo de Europa”.
Por tanto, no es un mero gesto simbólico, sino que Rusia se queda cada vez más sola. Y lo que es peor, ahora tiene manos libres para cometer cualquier tipo de ataque a los Derechos Humanos sin que nadie le obligue a rectificar. Vamos, lo que está haciendo en Ucrania.
Además del Consejo de Europa, de la Convención Europea de DDHH
Con la retirada de Rusia no se cubrirá la parte presupuestaria rusa comprometida para 2022. Además, supone su salida de la Convención Europea de Derechos Humanos, que, a su vez, regula el funcionamiento del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Sin embargo, el Kremlin se ha comprometido a respetar las sentencias emitidas por esa Corte, mientras “no contradigan la Constitución”.
Es decir, que como ha hecho hasta ahora, todo quedará en papel mojado y se saltará todas las reglas, como en Ucrania.
De hecho, por ejemplo, sistemáticamente ha desoído todos los fallos favorables a Alekséi Navalni. El opositor cumple una condena de dos años y medio de cárcel por fraude y sobre él pesan otras acusaciones.
No obstante, el Ministerio de Exteriores ruso garantiza en un comunicado que su salida “no afectará a los derechos y libertades” de los rusos.
Según explican, los principales acuerdos adoptados en el Consejo de Europa ya se integraron en la legislación de Rusia.
El país que dirige Vladimir Putin se unió a esta organización paneuropea el 28 de febrero de 1996.