Los tres incendios han causado la muerte de al menos nueve personas, 35 desaparecidos y más de 200.000 evacuaciones.
Se trata de la ola de incendios mas destructivos sufridos en California, que solo en la ciudad de Paradise, al norte del estado, el de Camp ha calcinado más de 6.700 hogares y negocios. Es en esta localidad donde se han encontrado los nueve fallecidos que se ha cobrado el fuego por el momento.
En Malibú, Ventura y Los Ángeles se ha declarado el estado de emergencia. Es precisamente en la primera donde alrededor de 200.000 residentes han tenido que abandonar más de 75.000 hogares por el incendio de Hill y el de Woolsey.
Kory Honea, sheriff del condado de Butte, ha mostrado su pesar por lo sucedido: “Se trata del peor escenario posible. Es una situación que llevábamos temiéndonos mucho tiempo”. La región ha sufrido siete años de sequía y los fuertes vientos han alimentado las condiciones perfectas para que se declararse un incendio de tal magnitud.
Y es que, precisamente, los vientos de Santa Ana, unos vientos secos característicos de la climatología del sur de California y norte de Baja California en otoño y principios de invierno y que alcanzan los 80 kilómetros por hora, han avivado el fuego de Woolsey, llegando a Malibú.
En esta ciudad, donde residen personalidades acaudaladas del mundo del espectáculo, la gente ha tenido que refugiarse en las playas junto con sus animales de compañía. Kim Kardashian, Lady Gaga y Guillermo del Toro, entre otros, han tenido que abandonar sus mansiones.
Mediante un comunicado, el Ayuntamiento de esta localidad ha señalado que “el incendio está ahora mismo fuera de control y se está dirigiendo a zonas pobladas. Todos los residentes deben evacuar inmediatamente”.
El fuego comenzó el jueves para luego atravesar las colinas de Santa Mónica y cortar la superautopista 101.