Después de una larguísima sesión plenaria del Congreso de los Diputados, la propuesta para la reforma del delito de sedición pasó su primer trámite.
Con 187 votos a favor, 155 en contra y 6 abstenciones, la Cámara Baja aprobaba la tramitación de la propuesta al filo de la 1:00 de este viernes.
Ha sido el mismo día en que salieron adelante por parte del Congreso los Presupuestos Generales del Estado para 2023.
La votación se hizo por llamamiento por capricho del PP para “retratar” a los diputados socialistas díscolos.
Pero la ‘iniciativa’ le salió mal a los populares porque a la primera votación de un socialista toda la bancada del PSOE se levantó para dejar claro que era una piña. Con todo, se necesitaron más de veinte minutos de votación. Lo mismo esperaban otro tamayazo.
Así, fueron 187 votos a favor de tramitar la propuesta de reforma que presentaron socialistas y Unidas Podemos. En contra, 155 y se abstuvieron seis.
El caso era hacer ruido con más de veinte minutos de votación para dar luz verde a esta derogación del delito de sedición.
Sucedió igual que con la iniciativa por la que se tramitaba el impuesto a las energéticas, la banca y las grandes fortunas. Ahí, la derecha fue derrotada por 186 votos, frente a 152 en contra y 10 abstenciones.
En el debate previo, Francisco Aranda, por parte socialista, defendió que es una “actualización ligada a los cambios sociales”.
Los de Alberto Núñez Feijóo respondieron con un tono más agresivo de lo habitual, pero nada no esperado.
En ese sentido, Aranda respondía: “los catalanes están cada vez menos interesados en la independencia, se ha rebajado la tensión política y social, y el principal eje compartido es la convivencia”.
Sin embargo, “con vosotros, confrontación y pasado; con nosotros, convivencia y futuro”, apostilló.
Esto es, dijo, “un paso importante para desjudicializar el conflicto político catalán, una exigencia de la mayoría social catalana que quiere pasar página”.
En cambio, suscita recelos el nuevo texto porque pone en riesgo la desobediencia pacífica.
En ese sentido ha respondido Jaume Asens, presidente parlamentario de Unidas Podemos. “Venimos de los movimientos sociales, llevamos décadas trabajando en los movimientos antirrepresivos, por lo que debemos tener memoria”, remarcó.