Los expertos ven problemas profundos en el negocio de la manzana.
La caída de los ingresos de Apple en China podría estar detrás del desplome que puede estar experimentando la compañía de la manzana. Las ventas en el gigante asiático dónde es tendido súbitamente y esto podría afectar más profundamente a la compañía a la empresa coma según entienden muchos analistas tras la revisión a la baja de los ingresos que ha hecho Apple, hasta un 10% respecto a las previsiones de hace dos meses.
Una de las primeras consecuencias ha sido la caída de la demanda de los últimos iPhone, incluso fuera de China. Otro factor que ha hecho disparar las alarmas ha sido el anuncio, inusual, en su web de un programa para cambiar de teléfono, tratando, así, de animar a los actuales propietarios de un iPhone para conseguir un descuento en el último modelo a cambio de entregar sus dispositivos actuales. A la incertidumbre también se unió la decisión de no revelar los datos de ventas de unidades de iPhone.
Recientemente, Tim Cook, consejero delegado, ha responsabilizado del cambio a la situación económica de China y a otros factores que llevaron a que las previsiones acerca de la venta de los últimos modelos de iPhone en los países desarrollados no se cumplieran a causa de una menor demanda. Otras razones que esgrimió el consejero delegado fueron el fin de las subvenciones de las operadoras en Estados Unidos y la bajada del precio de las baterías, pero ya eran conocidas por el gran público y los expertos entienden que fueron distracciones para ocultar factores de mayor peso.
Según estos, las nada esperadas ventas por debajo de lo previsto se deben a la subida de los precios de los dispositivos. Gene Munster, analista de Loup Ventures, afirma que el precio medio ponderado de los iPhone y dispositivos de Apple creció un 23% y que la compañía de la manzana optó por introducir una nueva gama de modelos en vez de la habitual rebaja del precio de los modelos antiguos.
Esta última estrategia había funcionado hasta ahora, compensando el menor crecimiento por un aumento de los precios. A ello se une que los clientes entienden que los últimos modelos de iPhone XR y XS no justifican un precio tan alto porque no suponen un salto tecnológico parecido al del iPhone X.
Con todo, si bien la carestía de los dispositivos ha contribuido a agravar la situación, muchos analistas entienden que, simplemente, el iPhone está perdiendo atractivo. Según Carolina Milanesi, de Creative Strategies, mientras que el usuario medio de iPhone cambiaba de modelo cada 24 meses, ahora lo hace cada 30 ó 36 meses.
Cook envió una carta a los inversores el pasado miércoles en el que informaba del trabajo realizado para lanzar nuevos modos para animar a los usuarios de iPhone a cambiar a un modelo superior. Por ejemplo, la transferencia de los datos a los nuevos dispositivos, así como nuevas formas de financiación de estos y otros incentivos semejantes. Según Geoff Blaber, de CCS Insight, la industria de los smartphones pretende que los clientes compren una nueva generación de teléfonos 5G.
Sin embargo, no hay que perder de vista la situación de Apple en China. Mientras que la compañía de la manzana responsabiliza del descenso de sus ventas a las condiciones macroeconómicas del país, los analistas entienden que la presión de los fabricantes rivales en el gigante asiático, el mayor mercado de teléfonos móviles del mundo, está provocando más consecuencias de las esperadas.
La cuota de Apple en China cayó por debajo del 10% en el segundo y tercer trimestre de 2018, frente al crecimiento por encima del 20% de sus rivales, Huawei, Vivo y Oppo, en buena medida debido al precio más bajo de sus smartphones. Tal es así, que Huawei, a pesar de estar vetado en el mercado móvil estadounidense a causa de la preocupación por la seguridad nacional, ha escalado hasta el segundo puesto como fabricante mundial de smartphones, por delante de Apple y solo por detrás de Samsung.