Antonio Béjar, exdirectivo y expresidente de Distrito Castellana Norte (CDN), admitió en la Audiencia Nacional ante el juez del caso Tándem que Francisco González, expresidente del BBVA, mientras conversaban en su despacho le trasladó que era precisa la contratación de una agencia de detectives, la cual llevara a cabo una investigación a impagados. La contratación de debía hacer a través de Julio Corrochano y la empresa a la que se refería era Cenyt, ni más ni menos que, la agencia de detectives que tenía José Manuel Villarejo, comisario jubilado en prisión.
Ello se recoge en la grabación realizada en la declaración judicial que forma parte del sumario del caso Tándem, a la que ha tenido acceso Europa Press. Además, Béjar, señala que González le aseguraba que los altos directivos de la entidad estaban informados acerca de este tema.
Se procedió a la contratación de Cenyt cuando el banco no logró los resultados que consideraba, los cuales le ofrecía otra empresa. Esta empresa era Kroll, y fue contratada con anterioridad a propuesta de José Ignacio Goirigolzarri, que en aquellos momentos era Consejero Delegado de la entidad. Béjar subrayó que cuando se contrató a Cenyt, González no le dijo en ningún momento el nombre de la agencia que se contrataba.
Al no estar de acuerdo con los resultados obtenidos por Kroll, a principios de 2009, González trasladó a Béjar: “Esa firma no sirve, vais a trabajar con una empresa que va a contratar Julio Corrochano”. Además, el expresidente de Distrito Castellana Norte, le comunicó al juez que siempre informó de lo ocurrido a los directores generales y a Eduardo Arbizu, que por entonces era director de asesoría jurídica del banco, y, después de aquello, “se empezó a trabajar con Cenyt”.
En la declaración de Béjar se recoge que Cenyt ya había trabajado con anterioridad, en 2004. Según la normativa por la que se rige la entidad, se exige la intervención de otros departamentos como el de servicios jurídicos, auditoría interna y cumplimiento normativo.
Al ser preguntado si no le produjo extrañeza que precisamente Corrochano, siendo jefe de seguridad, fuera quien firmara con Cenyt, Béjar respondió que no puesto que la orden procedía directamente de González. “Él dijo vais a trabajar con empresa que va a contratar Corrochano, existiendo esa línea jerárquica, poco teníamos que hacer”.
En relación a Cenyt, Béjar señaló que sólo conocía a Rafael Redondo y que le conoció cuando se popularizó su rostro a raíz de la fama del ‘pequeño Nicolás’. “Entonces sin saber todavía lo que ya se sabe, en ese momento me di cuenta que era el señor que salir mucho en la televisión con esos asuntos, y que tenía relación Cenyt, y luego salió que era propiedad de Villarejo”, aportó en su declaración.