A partir de las 12:00 (hora local) del 6 de enero y hasta las 8 de enero habrá un alto el fuego en Ucrania por parte de las tropas rusas.
Así lo ha ordenado Vladimir Putin, presidente de Rusia, con motivo de la Navidad ortodoxa.
El mandatario ruso accede, de este modo, a la petición que le ha hecho pocas horas antes el patriarca Kirill, máximo responsable de este credo.
En un comunicado, Moscú señala que “teniendo en cuenta la solicitud de patriarca Kirill, insto al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, que ponga en marcha un alto el fuego en toda la línea de frente el 6 de enero a partir de las 12:00”.
A ese respecto, Putin ha establecido que la tregua esté vigente hasta las 00:00 horas del 8 de enero. Por tanto, 36 horas durará este alto el fuego en Ucrania.
Una medida que toma “teniendo en cuenta el gran número de ciudadanos que profesa la religión ortodoxa y que viven en las zonas de combate”. La Navidad ortodoxa se celebra el 7 de enero.
Además, hace un llamamiento a que Ucrania respete el alto el fuego. “Pedimos a las autoridades ucranianas que declaren un alto el fuego y les permitan asistir a las celebraciones con motivo de la Navidad”, apuntan.
Así, el patriarca Kirill había pedido “a todas las partes que mantengan” esta tregua” con motivo de la Navidad, reza un texto en la web de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
De este modo, señalan, “para que la población ortodoxa pueda acudir a misa en la víspera de Navidad y el día del nacimiento de Jesucristo”.
En cambio, Mijailo Podoliak, asesor de la Presidencia ucraniana, ha calificado el anuncio hecho por el Kremlin como un “elemento propagandístico” y una “trampa cínica”.
Según explica en Twitter, “la Iglesia Ortodoxa de Rusia no es una autoridad para la ortodoxia global y actúa solo como ‘propagandista de guerra’”.
“Ha pedido el genocidio de los ucranianos, ha alentado los asesinatos en masa e insiste en una militarización aún mayor de Rusia”, ha continuado.