Alarma en EEUU por ciudadanos que se inyectan desinfectante tras las palabras de Trump

Alarma en EEUU por ciudadanos que se inyectan desinfectante tras las palabras de Trump

Algunas ideas peregrinas pueden tener consecuencias graves. Una fue la vivida el viernes que ha hecho saltar la alarma en EEUU después de que Donald Trump sugiriese atacar al coronavirus con una inyección de desinfectante en el cuerpo de los contagiados. Producto como el empleado para la limpieza de los edificios públicos.

No basta con la alarma en EEUU ante el avance desbocado de la Covid-19 como para que haya otra porque algunos se inyecten desinfectantes. O ingieran detergente o se sometan a una exposición excesiva de luz ultravioleta. De hecho, más de 100 personas tuvieron que ingresar en urgencias por ingerir detergente o lejía.

Las réplicas, las matizaciones y las advertencias por la inmensa mayoría de la comunidad sanitaria del país norteamericano vienen sucediéndose desde ayer. Incluso de la industria fabricante de productos de limpieza y desinfección.

Estamos acostumbrados a las ocurrencias del inquilino de la Casa Blanca, pero la de ayer pasaba cualquier límite. La imagen desencajada de su asesora de Sanidad se hizo viral en poco tiempo. Al menos tuvo la sensatez de contradecir a su jefe educadamente con un “al menos como tratamiento, nunca había oído tal cosa”.

Insensatamente, Trump dijo que veía “que el desinfectante lo noquea (al virus) en un minuto, así que si hay una forma de hacer algo”. “Inyectándolo adentro o casi como una limpieza”, añadía en su nueva faceta de presidente médico. Y, si no, “luz ultravioleta o muy potente”.

La idea peregrina del mandatario norteamericano hizo saltar la alarma en EEUU hasta tal punto que tuvieron que intervenir rápidamente médicos, políticos e instituciones sanitarias.

Ante la alarma en EEUU, Trump recoge velas

“Por favor, no coman pastillas de detergente ni se inyecten ningún tipo de desinfectante” lanzó en Twitter el servicio de emergencias de Washington. Uno de los mayores fabricantes estadounidense de estos productos reaccionó haciendo hincapié en que “no deben ingerirse o inyectarse en el cuerpo bajo ninguna circunstancia”.

Ahora, Trump ha venido a desdecirse y echar balones fuera. Su gabinete de comunicación ha dicho que las palabras del presidente se sacaron “irresponsablemente de contexto”. El propio Trump ha matizado, en respuesta a uno de los periodistas díscolos con él, que estaba hablando “sarcásticamente”.

Todo ello en un escenario en el que han fallecido en EEUU más de 50.000 personas con coronavirus y se han superado los 900.000 contagios. Así, en el país norteamericano se acumula el 32% de las personas afectadas y el 26% de las muertes en el mundo.

A pesar de sus ocurrencias, Trump también es capaz a veces de tomar decisiones prácticas y útiles. Por el momento ha anunciado que probablemente se alarguen las medidas de distanciamiento social más allá del 30 de abril, fecha límite puesta ahora. “Hasta que sintamos que es seguro, vamos a extenderlas”, señaló.

Además, ha anunciado un nuevo plan de rescate de alrededor de medio billón de dólares como ayuda a hospitales y empresas para afrontar la epidemia.

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